viernes. 19.04.2024

El acueducto romano de Castro, que data del siglo I, ha vuelto a sufrir

el ataque de vándalos. Si a finales de 2005 los incontrolados se

cebaron con farolas y arquetas, en esta ocasión los principales

damnificados han sido los paneles informativos que jalonan el paseo que

recorre los restos históricos, inaugurado el pasado año. En total, más

de 4.000 euros en destrozos que han obligado a las autoridades a doblar

la vigilancia del espacio histórico, conocido como El Chorrillo.
La Policía local aumentará sus patrullas por la zona, ubicada en pleno

centro del casco urbano, y pondrá en marcha «otras medidas sorpresa que

permitan identificar y detener a los culpables», anunció el delegado de

Medio Ambiente y Patrimonio Histórico, Juan Tomás Molinero. El edil

regionalista, uno de los principales impulsores de la recuperación de

la conducción romana, no oculta su indignación por lo ocurrido. «Han

descascarillado los bancos con una navaja o un cuchillo. Han arrancado

varios paneles informativos, que son de hierro, y hasta hay marcas de

disparos hechos con una escopeta de balines o similar», denunció. Por

si fuera poco, los destrozos se han extendido tal edificio de la

escuela taller, situado en las inmediaciones.

Pagar los daños

La

guardia urbana detuvo la semana pasada a dos menores como presuntos

autores de los daños en el equipamiento educativo, pero aún no se han

confirmado su implicación en los ataques de El Chorrillo. De ser así,

el Ayuntamiento estudia el posible castigo a los vándalos.

«Intentaremos que paguen todos los daños y también estudiamos la

posibilidad de que sean castigados con trabajos para la comunidad, pero

eso sería más complicado», apuntó Molinero.

Pese a su

indignación, el responsable de Patrimonio se felicitó porque «al menos

han actuado sólo en el mobiliario y no sobre los restos arqueológicos».

No obstante, el edil advirtió de que si se llegan a producir estos años

«será el Gobierno de Cantabria quien sancione», ya que los restos están

declarados Bien de Interés Cultural. «Algunos se escudan diciendo que

esto pasa porque los jóvenes no tienen alternativas de ocio en Castro

Urdiales. Cuando yo tenía su edad tampoco las había y no nos daba por

hacer estas barbaridades», criticó Molinero.

Extraído de: elcorreodigital.com

Los últimos ataques obligan a doblar la vigilancia en el acueducto romano