viernes. 19.04.2024

La puesta en marcha del segundo centro de Castro está más cerca. Al

menos, así lo asegura el departamento de Sanidad del Gobierno de

Cantabria. «Hasta ahora las cosas han ido lentas porque se ha tenido

que constituir una empresa para desarrollar las obras. Eso ya está

hecho, y en breve comenzarán los trabajos», anunciaron fuentes del

Ejecutivo, que evitan dar fechas concretas. El equipamiento, que se

ubicará en la zona de Cotolino, cerca de los Juzgados, es una vieja

aspiración del municipio, que ha visto cómo el aumento de la población

desbordaba su ambulatorio.


Las nuevas

instalaciones están preparadas «para prestar atención a 9.505 habitantes y con

una previsión de alcanzar los 12.792 en dos años», apuntaron desde el Servicio

Cántabro de Salud. De materializarse estas cifras, el centro daría asistencia a

casi la mitad de los empadronados en Castro, mientras que las necesidades de la

otra mitad quedarían cubiertas con el viejo equipamiento. No obstante, ambos

centros podrían quedarse pequeños para atender a la población real, que ronda

las 55.000 personas.

Precisamente mientras el nuevo centro se pone en

marcha, el Servicio Cántabro de Salud ha reforzado el personal sanitario en la

localidad con un médico y una enfermera más. «Antes sólo se aumentaba el

personal en verano, pero este ejercicio, por primera vez, será para todo el

año», confirmó el departamento de Sanidad. Así, estos dos profesionales «estarán

encargados sólo de atender a los desplazados».

De cara a los meses de

verano, en los que el municipio costero supera los 80.000 habitantes, los

responsables regionales han destinado otros cinco trabajadores al centro de

salud: dos médicos, dos enfermeras y un auxiliar. «Sabemos que las necesidades

sanitarias se duplican en las zonas de veraneo», argumentaron. No obstante, el

alcalde de la localidad, Fernando Muguruza, desmintió este extremo. «No han

llegado porque no hay sitio material para ubicar a los nuevos profesionales»,

aseguró. Sanidad insiste en quitarle la razón. Pese a ello, el regidor recordó

que el equipamiento de La Barrera tuvo que ser ampliado a un edificio aledaño el

año pasado. En principio, las instalaciones se extendían a la antigua biblioteca

municipal y a un bajo ocupado por la asociación La Atalaya. El archivo literario

ya acoge pediatría y varios despachos, pero la otra lonja sigue ocupada «ya que

todavía no está listo el local en el que va a reubicarse la agrupación de

mujeres», reconoció Muguruza.


Extraído de: elcorreodigital.com

El Gobierno cántabro acelera los trámites del segundo centro de salud de Castro