Los concejales no adscritos del Ayuntamiento de Castro Pedro Revuelta y
Elisa Dopico denunciaron ayer un retraso de dos años en la aplicación
de la ordenanza de ruidos y vibraciones del municipio. La normativa fue
aprobada en abril 2004, pero «desde entonces el equipo de gobierno -PP,
PRC e IU- no ha exigido que se aplique», desvelaron.
«El
reglamento obliga a todos los constructores a que en las viviendas
edificadas a partir de la entrada en vigor de la normativa se utilicen
determinados materiales para evitar problemas de ruidos procedentes de
las calderas, el ascensor o del exterior», apuntó Dopico. Sin embargo,
«ninguna de las promociones realizadas en los últimos dos años cumple
estas condiciones», advirtió la edil, que culpó a la administración
local de ser «incapaz de aplicar sus propias ordenanzas» y al alcalde,
Fernando Muguruza, de «mentir».
«En el pleno de 17 de octubre de
2005, le preguntamos al regidor si la normativa se estaba aplicando y
dijo de forma tajante que 'sí'», recordó Revuelta. Fue el pasado
febrero, tras una pregunta planteada por los no adscritos sobre la
aplicación de la ordenanza, «cuando comenzó a exigirse a los
constructores», manifestaron. «Ahora se pide, pero ¿qué pasa con los
edificios que se han construido y que no cumplen el reglamento?», se
cuestionó el concejal.
Extraído de: elcorreodigital.com