El consejero de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria,
Francisco Javier López Marcano, apuntó ayer la posibilidad de que, en
caso de que prospere la sanción propuesta a la SR Astillero, se
replantee la línea de ayudas a los clubes de remo que militan en la
Liga ACT.
Marcano
explicó que las ayudas tienen un carácter promocional para «penetrar»
en nuevos mercados turísticos a través del remo, por lo que «si sucede
que somos objeto de injusticias de esta envergadura, además de luchar
enérgicamente, reclamaríamos la unidad de los clubes de Cantabria como
portadores de mensajes promocionales y nos pensaremos detenidamente las
posibles ayudas que concedamos en un futuro inmediato».
Al ser
preguntado por la posibilidad de que, si Astillero no rema en la
próxima liga ACT, también pierdan las ayudas las traineras de Castro y
Pedreña, Marcano declaró que hacer promoción turística en una «zona de
conflicto y de controversia, en la que el ambiente no es positivo sería
un derroche que no tiene mucho sentido».
No obstante, Marcano
dijo que no cree que prospere la propuesta de la jueza instructora del
expediente sancionador abierto por el Departamento de Cultura del
Gobierno Vasco por el presunto incumplimiento por parte de los remeros
astillerenses de someterse a un control antidopaje.
«Creemos en
la impecable y cándida inocencia de los remeros y en el presunto engaño
al que fueron sometidos», dijo el consejero y apuntó que «también algún
juez del País Vasco ha reconocido eso y esos documentos obran en poder
del abogado de la SR Astillero».
Insistió en que los remeros de
Astillero son «inocentes mientras no se demuestre lo contrario» y
víctimas de un engaño en ese procedimiento, por lo que, afirmó, «vamos
a prestarles decididamente todo nuestro apoyo jurídico».
Marcano
opinó que la propuesta de sanción tiene «tintes políticos al ocuparse
el Gobierno vasco de asuntos en los que, aunque es cierto que tiene
competencias, pueden resolverse por la vía deportiva».
No
obstante, matizó que, «en aras de la armonía, de la sensatez y del
código de buenas prácticas que deben regir las relaciones
institucionales» prefiere negar que la decisión tenga «tintes de
provocación política» y agregó que eso no es óbice para que «una
persona en concreto se pueda extralimitar en su función».
El
consejero cántabro opinó que «aquello que se gana en el agua ha de
perderse en el agua» y declaró que «si nosotros en una regata
hiciéramos un control sumarísimo y severísimo de los deportistas,
aunque lo hiciéramos limpiamente, estaríamos transgrediendo los límites
de lo que deben ser las relaciones deportivas», concluyó el responsable
del deporte de Cantabria.
Extraído de: eldiariomontanes.es