sábado. 20.04.2024

La asamblea que celebró el pasado sábado la ACT para cerrar el año 2005

y comenzar a trabajar de cara a la próxima temporada fue una cortina de

humo en la que se trataron asuntos más relacionados con la nueva

asociación que con el futuro de la ACT.
De acuerdo a los estatutos de la propia ACT se han incumplido dos

puntos de los mismos. El primero en la reelección de la junta directiva

y el segundo en la cobertura de la vacante que podría dejar Astillero

en el supuesto de ser expulsada de la ACT.


El acta de la asamblea número 21 que comenzó a las 11.30 y recoge

en el punto primero la elección de la junta directiva, a pesar de que

se presentaron otras alternativas sobre la mesa con opciones de

presidencia para Vizcaya o Cantabria, no se consideró oportuno, y se

decidió la alternativa de votar a una nueva junta con un único cambio

sobre la del año anterior, Javier Sorozábal, de Arkote, que sustituyó a

Felipe Naval, de Isuntza.


Los estatutos de la propia asociación son claros, en este sentido y

en su artículo 13 en el punto siete dice textualmente: «La junta

directiva podrá ser reelegida, si bien - unicamente- podrá serlo para

un nuevo mandato de forma que una misma plancha pueda consecutivamente

estar en el cargo durante dos legislaturas. Para aprobar la reelección

de la junta directiva es necesario el voto favorable de la mayoría

absoluta de los asociados presentes o representados en la votación».


Se da la circunstancia que la salida del representante de Isuntza

de la junta directiva impide de acuerdo a los estatutos la reelección

de los otros tres miembros, Ángel del Hoyo, de Orio, Piter Bravo, de

Castro y Araceli Fernández, de Cabo Cruz.


La posible vacante


Los clubes de la ACT o de la nueva asociación si se mantiene la

intención de disolución de la asociación y creación de una nueva sin

Astillero, pretenden incluir en la ACT a Isuntza club que descendió en

la temporada pasada.


Se da la circunstancia que en los estatutos de la ACT se contemplan

de forma clara las directrices que se deben seguir en el supuesto de

las vacantes que puedan quedar entre los doce clubes participantes.


Recogen tres supuestos, el primero por extinción de la sociedad

asociada, el segundo por separación de la ACT de forma voluntaria y el

tercero por sanción disciplinaria.


En el caso de Astillero se puede dar el tercer supuesto, es decir

que los cántabros sean expulsados de la ACT por imposición de una

sanción. En todos los casos en el artículo 22 de los estatutos en el

punto tercero hace referencia a que cuando concurra el supuesto

previsto en el apartado B, haciendo referencia a los supuestos

apuntados anteriormente, disolución de la entidad, separación

voluntaria o sanción. Los estatutos dicen así: «Cuando concurra el

supuesto previsto en el apartado B del epígrafe 1 de este artículo, la

Junta Directiva de la asociación tendrá la facultad de proponer, por

designación directa, la admisión de nuevos socios que cubran las

vacantes que se produjeren . Para ello, y siempre que sea posible, se

procederá a la cobertura de vacantes teniendo presente la procedencia

geográfica del club que cause baja».


Con este planteamiento para la admisión los derechos deportivos de

los clubes cántabros en la Liga Federativa le corresponden a Laredo que

fue el primer club cántabro que se clasificó en esta competición.


De todas las formas, los actuales responsables de la ACT no parecen

estar por la labor de ajustarse a los estatutos de la asociación y de

las manifestaciones del presidente se desprende que cuentan con Isuntza

en el supuesto de producirse alguna baja.

Llamamiento a la unidad de los clubes

El Gobierno de Cantabria hizo ayer un llamamiento a los tres clubes

cántabros de remo pertenecientes a la ACT (Astillero, Castro y Pedreña)

para que se mantengan unidos y les advirtió de que el contrato de

promoción turística por el que paga a cada uno 60.000 euros al año «es

revisable en cualquier momento». En cuanto a los clubes cántabros de la

ACT, López Marcano les recordó que, al contrario que el resto de

traineras de Cantabria, ellos tres no reciben sus ayudas dentro de una

convocatoria ordinaria, sino merced a un convenio de promoción

turística por la publicidad que hacen de la comunidad en la competición.

El código deontológico del médico

El presidente del club de remo Astillero, Víctor Sainz de la Maza, ha

llegado hasta el Colegio Oficial de Médicos de Cantabria con el fin de

denunciar al galeno de la ACT, Juan José Badiola, por haber dado a

diferentes estamentos y personas los informes médicos de los remeros,

documentación de carácter confidencial.


La comisión deontológica del Colegio Oficial de Médicos se reunirá

en los próximos días para analizar este caso y tendrá que decidir si la

forma de actuación de la parte denunciada se ha ajustado o no al código

deontológico de la profesión.


Los remeros astillerenses están muy molestos por la forma de actuar

con sus expedientes ya que, en ningún caso son documentos públicos, y

entienden que no se les ha pedido permiso para divulgarles por parte

del médico.

Extraído de: eldiariomontanes.es

La nueva junta directiva de la ACT no se ajusta al articulado de sus estatutos