jueves. 25.04.2024

Cuando se habla de Castro lo primero que nos viene a la mente es la bella postal del Conjunto Histórico Monumental de Santa María. La impresionante Iglesia de Santa María de la Asunción, de principios del Siglo XIII, sobre la colina que domina el puerto y el Castro original, está acompañada además por otros vestigios del importante pasado de Castro Urdiales. Así junto a Santa María, integrando un armónico conjunto, tenemos también el Castillo medieval, el Puente, la Ermita de Santa Ana, los restos del palacio del Rey Alfonso VIII, y los restos de la Iglesia románica de San Pedro. En ese reducido espacio nucleado entorno a la Iglesia de Santa María está la historia de Castro. La historia del importante puerto medieval de Castro Urdiales, que protagonizó notables servicios a las Coronas de Castilla y de España.

Castro fue el puerto más importante del medievo en el norte de España, cuando Santander empezaba a adquirir similar importancia y cuando Bilbao aún no existía. Murguía y Garay, dos escritores de la historia local, así lo afirmaban hace años: «... Bilbao, a quien se concedió el mismo fuero que a Castro Urdiales, pero 140 años después, esto es, que no significaba nada en el mundo comercial atlántico cuando ya Castro Urdiales era una de las principales villas del comercio de Europa Occidental, fue recabando el protagonismo absoluto en el comercio exterior ayudado además, por el monopolio burgalés que iba a controlar la vida económica de las Cuatro Villas». A costa de Castro y de Santander, podríamos añadir.

En ese contexto histórico y de trascendencia económica y portuaria se enmarca la construcción de la Iglesia gótica de Santa María. Pues bien, aún así, aún teniendo en cuenta lo que supone Santa María para Castro, y su conexión histórica con el importante pasado del puerto y la antigua villa, hoy ciudad. Aún teniendo en cuenta ese destacado valor sentimental que los castreños damos a nuestra iglesia parroquial, sin duda deberíamos añadir un plus a considerar por el resto de los ciudadanos de Cantabria y el Gobierno Regional. Y es que la Iglesia de Santa María de Castro es el templo gótico más importante de toda Cantabria e incluso podríamos plantear que es de los más importantes de toda la costa cantábrica. Los ciudadanos de Cantabria sí son conscientes de la importancia histórica y de patrimonio cántabro que tiene la Iglesia de Santa María. Solamente hay que acercarse al reciente ejemplo dado por los lectores de la web de El Diario Montañés en el concurso para la elección de la Joya de Cantabria.

En ese proceso, Santa María ha sido elegida por los cántabros entre las principales y más importantes joyas históricas de la región. Para los cántabros, por lo tanto, Santa María es un importante patrimonio histórico-monumental de Cantabria. Para el Gobierno Regional no lo parece ser tanto. El edificio está afectado por el llamado 'mal de la piedra', y el estado exterior además es deplorable: grietas, maleza en los tejados, pintadas, suciedad en la piedra, elementos decorativos laminados por la erosión, etc. Por el interior el estado de columnas y capitales, base de los arbotantes, es de deterioro alarmante. Y, según se ha alertado desde instancias locales, se apuntan dudas sobre la estabilidad de algunos elementos estructurales.

Lo cierto es que si se asiste a algún acto en Santa María, se puede comprobar como cae un sospechoso polvillo-arenilla de las arcadas y bóvedas que integran la techumbre. Los miembros del Gobierno Regional quizás no han podido comprobar el mal estado de Santa María, pues apenas si se han acercado durante el último año por la tercera población de Cantabria. El presidente Revilla, por ejemplo, escasamente en dos ocasiones.

Este es el injusto trato que sufre la mayor población de Cantabria Oriental, haciendo pagar a los castreños la problemática relación entre administraciones. Pero, invitamos de nuevo al señor Revilla a acudir a Castro y comprobar la realidad castreña, y en particular la realidad de la situación del caso que nos ocupa.

El Ayuntamiento de Castro Urdiales no tiene los recursos para afrontar la rehabilitación que necesita con urgencia la principal iglesia gótica de Cantabria. Es labor, por tanto, del Gobierno regional y del Gobierno de la nación acudir en ayuda de esta joya histórica de Cantabria. Los ciudadanos cántabros así la han elegido, y debiera ser motivo de orgullo de las autoridades regionales el impulsar la rehabilitación y salvar del declive a un edificio de la importancia histórica de la Iglesia de Santa María. ¿Ayúdennos a salvar esta joya de Cantabria!

Extraído de: eldiariomontanes.es



¡Salvemos Santa María!