martes. 23.04.2024

Por segundo año consecutivo, Jesús Ángel Suárez Acebal, nacido en la

localidad de Cerdigo hace 40 años, reencarnará la figura de Jesucristo

durante la escenificación de la Pasión Viviente de Castro Urdiales.

Aunque reconoce no tener la misma motivación que el año pasado, Jesús

Ángel espera dejar el listón a la misma altura.
¿Cómo se encuentran los preparativos de la Pasión Viviente?

Actualmente,

nos encontramos en la recta final. Quedan apenas dos semanas para ese

día y llevamos un importante número de ensayos. Estamos trabajando

diariamente para que todo esté apunto ese día.

¿Qué sensaciones tiene al representar de nuevo la figura de Jesucristo?

Esta

claro que las sensaciones en cada individuo son diferentes. Este año me

gustaría dejar el listón a la misma altura que el año pasado, pero me

va a costar más porque me falta la motivación que tenía en la edición

anterior.

¿Por qué ha decidido hacerlo de nuevo?

El

motivo principal, es que mi amigo Juan Pedro, que iba a hacer este año

el papel de Jesús, tuvo un accidente de moto y se rompió una vértebra,

y por el miedo a lo duro del papel, a las caídas y demás, no ha podido

hacerlo. Chechu Arozamena, el coordinador de la Pasión Viviente, ha

recurrido a mí por haber sido quién hizo este 'papel' el año pasado.

¿Cuántas horas ensayan diariamente?

Empezamos

a ensayar a las 20 horas, cuando la gente sale de sus respectivos

trabajos, y concluimos entorno a las 21,30 o 22 horas.

¿Teme a la adversa climatología?

La

verdad es que esa circunstancia es un handicap que tenemos ahí. El

tiempo es impredecible, y por eso estaremos pendientes de que ese día

el clima nos acompañe. Precisamente, estos días estamos ensayando en la

Atalaya y se nota frío de verdad.

¿Por qué aceptó el papel de Jesucristo el año pasado?

Lo

acepté por dos motivos. Primero, porque cuando era joven pude ser el

tercer Jesucristo y no di contestación en ese momento, por lo que fue

otro quien hizo de Jesús. Y en segundo lugar, por mi madre, que murió

joven, era muy creyente y creo que se lo debía, porque entre otras

cosas me dio la vida.

¿Cómo viven los castreños la Pasión Viviente?

Hay

de todo. Gente que viene a ver una escenificación y otros que vienen

por devoción. Pero yo creo que la mayoría de la gente de Castro

Urdiales es consciente de lo que aquí se representa. Los castreños no

vienen a ver una obra de teatro, sino a ver las últimas horas de la

vida de Jesucristo, tan reales como pueden ser representadas.

Un madero, no una cruz

Jesús Ángel Suárez quiere dejar claro un concepto con respecto a las

últimas horas de vida de Jesús y su representación. «Si leéis ciertos

escritos testimoniales, los reos condenados a la muerte no tenían que

cargar con una cruz», señala Jesús Ángel. «La cruz es el símbolo actual

de los cristianos», aclara. «Los reos eran obligados a llevar el palo

horizontal del madero porque el palo vertical estaba clavado. De este

modo, los romanos les subían con polea y a los que querían que murieran

rápido les clavaban en la cruz y a los que por el contrario querían que

tuviesen una lenta agonía, les dejaban morir de hambre y de sed»,

relata Jesús Ángel en el programa 'Protagonistas Castro Urdiales' de

Punto Radio DM.

Realismo

Asegura que le planteó a Chechu

Arozamena, coordinador de la Pasión Vivente, la posibilidad de llevar

el madero puesto que con la cruz «se falsea la realidad». «Como se

trata de representar las últimas horas de Jesús, lo más reales

posibles, desistí de llevar la cruz y este año se ha cambiado por el

madero, que es lo más fiel a la realidad, más incluso que el año

pasado», apuntó Jesús Ángel que quiere aclarar «que lo real es llevar

el madero y no la cruz como la gente cree».

Extraído de: eldiariomontanes.es

«La gente es consciente de lo que aquí se representa»