sábado. 20.04.2024

El pasado 30 de diciembre se publicó en el BOC de Cantabria el anuncio por el que se somete a información pública el expediente iniciado por la empresa Construcciones Generales de Mioño S. L. por el que se solicita autorización a la Consejería de Industria para explotar los residuos mineros de las antiguas minas de Dícido, concretamente las escombreras de mineral que se extienden por buena parte de la ladera del monte.

La zona de explotación abarca una superficie de 60 hectáreas, una superficie similar a la que ocupan 150 campos de fútbol. La zona de explotación ocupa casi la totalidad de la ladera del monte de Dícido, y se extiende desde la Dehesa de Tras La Viña (subiendo al alto de Saltacaballos) hasta Campoezquerra.

La tramitación de este tipo de explotaciones es muy similar a la que se requiere para autorizar una cantera, pues los residuos mineros son recursos no naturales de la sección B, tal y como los denomina la ley de Minas. La explotación consistirá en la extracción, selección, triturado y transporte de los materiales depositados en las faldas del monte Dícido y que dan una fisonomía especial a las antiguas explotaciones mineras. El objetivo de la empresa es arrancar de las escombreras los materiales para ser comercializados como áridos de construcción para destinarlos a rellenos, firmes, elaboración de zahorras, todo uno, etc. A decir verdad es lo más parecido a una cantera, con la diferencia que los materiales que se asientan sobre la falda de Dícido ya están arrancados de la montaña y del subsuelo.

Llama la atención que este proyecto ya quiso ser tramitado por la Junta Vecinal de Mioño, en Julio de 2007, pero más a lo bestia. Por aquel entonces, la junta vecinal pretendía explotar casi 800.000 m2 del monte de Dícido organizando una peculiar industria de explotación de áridos por un volumen de 1.900.000 m3, y un supervertedero de inertes que podría extenderse hasta 6.000.000 de m3. El negocio del siglo que ya estaba teniendo su ensayo con la pseudorecuperación paisajística de la cota 100. Los planes de la junta vecinal se vienen abajo entre otras razones por la persistencia de Otro Castro Es Posible que denunció ante el Ayuntamiento, ante la consejería de Medio Ambiente, y ante la de Ordenación del Territorio, la ilegalidad de ese tipo de actividades que, además de desarrollarse en suelo protegido, necesitaban la probación de un Plan Singular de Interés Regional. Al final la consejería resolvió, en Julio de 2007, que nada podía hacerse sin la previa aprobación de un PSIR. Aún así, los vertidos en la cota 100 se estuvieron desarrollando durante más de año y medio de forma ilegal, y a sabiendas, sin que ni el Ayuntamiento, ni las respectivas consejerías pararan la obra. Hoy es el día en el que el vertedero de la cota 100 se nos muestra como una agresión al territorio, abandonado, sin reparar lo construido ilegalmente.


Otro Castro presenta alegaciones.
Las actividades mineras están prohibidas en todo el término municipal.


Parece inconcebible que se que se vuelva a persistir sobre las mismas amenazas, pero la insistencia de Construcciones Generales de Mioño S. L. parece inagotable. Todas las actuaciones que se pretenden llevar a cabo se ubican en terrenos de propiedad de la Junta Vecinal de Mioño, administración que promueve el PSIR de la zona de Dícido que actualmente duerme en las oficinas del la Dirección General de Ordenación del Territorio. Llama la atención, que el promotor de esta iniciativa es una empresa participada por Andoni Respaldiza, dueño del Estudio San Andrés, socio de la empresa que está redactando el nuevo Plan General de Ordenación. Llama la atención, insistimos, porque si está haciendo el Plan General, debiera ser más escrupuloso con el cumplimiento de las normas urbanísticas.

Y es aquí, en el cumplimiento de las normas, donde el asunto de explotar el monte de Dícido, además de ser una agresión ambiental inadmisible, es una majadería incomprensible.

Entre el repertorio de ilegalidades que contiene esta propuesta de autorización minera, señalamos las siguientes:

- El Plan General prohíbe las actividades mineras en todo el término municipal, a excepción de la cantera de Santullán.
- Además, el suelo sobre el que se asienta la futura actividad es un suelo protegido (suelo no urbanizable de protección ecológica, según el plan general; e incluso una parte de la zona de explotación es área de interés paisajístico según el Plan de Ordenación del Litoral).
- La explotación afecta directamente a yacimientos mineros protegidos en el monte de Dícido, y destruye la escombreras de mineral, que son también yacimientos mineros protegidos por el Plan General.
- Y por último, todas las actividades que se desarrollen en el monte de Dícido están sujetas a la previa aprobación del PSIR que desarrolle el Área de Reordenación contemplada en el POL (Plan de Ordenación del Litoral).

Todos estos argumentos han sido expuestos en el escrito de alegaciones presentado en la Dirección General de Industria por la asociación ciudadana OTRO CASTRO ES POSIBLE, solicitando sea desestimada la solicitud de autorización minera presentada por Construcciones Generales de Mioño S. L.

Parece que la voracidad de algunas empresas, a veces con la connivencia de algunas administraciones, no se detiene ni en tiempos de crisis. Esta actividad, que tendría consecuencias muy parecidas a las de una cantera, por muy absurda que nos pueda parecer, podría llevarse a efecto sin que la Junta Vecinal de Mioño explique a sus vecinos los planes de esta empresa que afectan a las propiedades comunales del monte de Dícido, y sin que el Ayuntamiento ejerza el control urbanístico sobre el territorio municipal, algo a lo que ya nos tiene acostumbrados.

El obetivo no es otro que sacar el mayor rendimiento económico posible del territorio, en este caso al monte de Dícido. Como si en Castro Urdiales no hubiésemos aprendido nada de las consecuencias del urbanismo salvaje desarrollado en los últimos años. Estaremos pues, muy atentos a todo lo que vaya aconteciendo, informaremos a los vecinos, y utilizaremos todos nuestros recursos para detener cualquier intento de destrozar ilegalmente el monte de Dícido.

Asociación Ciudadana OTRO CASTRO ES POSIBLE.
Comunicado aprobado en reunión de la junta directiva de 11 de marzo de 2010

A continuación exponemos un reportaje con tos y planos en el que se describen las caracteráisicas del entorno minero, y la zona de explotación para la que se solicita autorización minera.


Plano General de la zona de explotación de los recursos mineros. 60 hectáreas, 600.000 m2; compárese la zona de explotación con la del campo de fútbol de Mioño.


Dentro de la zona de explotación se encuantran yacimietnos mineos, como los que puden verse en la foto: ruinas de talleres, e instalaciones mineras de la cota 230.


La cota 100, en la foto, arrasada por el vertedero que ha estado funcionando ilegalmente desde agosto de 2007 a abril de 2008, y explotado por Construcciones Generales de Mioño S. L. Otro Castro Es Posible denunció insistentemente al Ayuntamiento, a la Dirección General de Ordenación del Territorio y a la Consejería de Medio Ambiente, así como al Seprona de la Guardia Civil y a la Fiscalía del TSJC, quien abre diligencias penales a principios de 2008, y que fueron archivadas un año después una vez se comprobó la inexistencia de actividad. El vertedero de la Cota 100 estuvo funcionando casi un año a pesar de no tener la aprobación inicial del PSIR. La Cota 100 está dentro de la zona de explotación sobre la que, la misma empresa, solicita autorización minera.

La zona sur de la explotación en la que se encuentran varios yacimientos mineros: varios tramos de planos inclinados, las instalaciones mineras de la cota alta de la mina, la Cota 230, (cerca del Pocillo y de Campo Ezquerra) y las escombreras o escoriales de las extracciones mineras


Por la ladera del monte de Dícido recorriendo sus trazas mineras. El monte de Dícido tiene un enorme valor paisajístico y un alto contenido patrimonial. Junto con la zona de las antiguas minas de Setares conforman un área con cualidades suficientes como para declararse parque arqueológico.


Según Otro Castro Es Posible, una constructora quiere explotar recursos protegidos del...