domingo. 03.12.2023

Recientemente la voluntaria de DYA Cantabria, Verónica Díez Hernández, realizó un viaje a Calcuta (India), para «hacer realidad un sueño que venía acariciando desde hace años, reconozco que soy bastante inquieta, me gusta ir de un lado para otro pero, eso sí, buscando siempre el lado positivo de las cosas en cada momento». En cuanto al viaje realizado a Calcuta «estuve chateando por internet buscando una ONG con la que pudiera viajar, encontré muchas dificultades en varias de ellas y al fin me facilitaron las cosas para viajar con las Hermanas de la Madre Teresa de Calcuta y que me hizo mucha ilusión porque se cumplían así mis deseos, ayudar al prójimo con toda intensidad en la faceta que fuera».

TRABAJO

Recuerda Verónica que cuando llegó «todo fueron facilidades y atenciones, me dieron a conocer los distintos centros que tenían para que eligiera el que mejor me pareciera y una vez incorporada lo mismo tenía que tender sábanas utilizadas por personas muy mayores, que servirles las distintas comidas del día, pero me di cuenta que agradecían muchísimo más la compañía que les hacíamos, en este sentido noté cierta insatisfacción al no poder conversar con estas personas por desconocimiento del idioma, incluso del inglés, de todas formas estoy satisfechísima del viaje y de la labor realizada porque, además, no iba con proyecto alguno preconcebido, fui a lo que saliera y abordar las cosas a medida que se fueran presentado y todo salió a la perfección, incluso mejor que si lo hubiera preparado previamente».

Puntualiza Verónica, que «algo que sin duda me sorprendió muchísimo fue que al llegar nadie me preguntó de dónde procedía, a qué me dedicaba, ni qué religión o afición tenía, allí se valora a la persona que llega para ayudar y punto». A su regreso se incorporó de inmediato a DYA Cantabria porque «me permite desarrollar esa inquietud que llevo dentro de servir a los demás y nada mejor, para ello, nada mejor que esta institución altruista para satisfacer íntegramente mis inquietudes».

«Incluso en circunstancias precarias he visto a los niños sonreír»

La inquieta voluntaria reflexiona sobre su viaje a India: «lo vivido lo veo como una realidad muy dura, no para mí sino para las personas que viven en aquellas circunstancias, he visto a la gente sufrir, gente muy mayor recogida, en muchos casos enferma, que nadie los quiere en sus casas y estaban abandonados en la calle. Pero tampoco regreso con una tristeza amarga del todo porque, incluso viviendo en unas circunstancias tan precarias, he visto a niños sonreír y jugar, como si estuvieran resignados a soportar aquella vida, aunque lo de vida sea una exageración decirlo; ello te infunde cierta tranquilidad que, aunque bastante extraña, te infunde ver esas caras sonrientes ».

Extraído de: elalerta

Una voluntaria de la DYA viaja a India para ayudar a los más necesitados