5 de agosto de 2010, 17:20
Una bandera con dos medusas sobre un fondo blanco servirán de distintivo para señalizar la existencia de esta especie en las 69 playas vigiladas de la región. Esta medida se enmarca dentro del plan de recogida de la ‘carabela portuguesa’, puesto en marcha este lunes por la Consejería de Presidencia del Gobierno de Cantabria.
El titular del departamento y responsable autonómico de Protección Civil, Vicente Mediavilla, ha entregado hoy una de las banderas al servicio de Salvamento y Socorrismo de la playa Salvé, en Laredo. En concreto, se entregarán 92, una por cada puesto de socorrismo.
Mediavilla ha explicado que las enseñas constituirán un "complemento a las banderas normales", la verde, de baño sin peligro; amarilla, que alerta de la necesidad de bañarse con precaución, y la roja, que prohíbe el baño.
Hasta ahora, cuando el servicio de salvamento y rescate en playas tenía constancia de alguna picadura o avistaba algún ejemplar, se izaba la bandera amarilla o la roja, si creía conveniente prohibir el baño. A partir de ahora, a las banderas tradicionales que informarán del estado de la mar, se sumará ésta, que alertará de la existencia de medusas en los arenales.
Según los datos facilitados por el consejero, el dispositivo de la ‘carabela portuguesa’ ha recogido ya más de 300 ejemplares, que han producido un total de 120 picaduras desde que el pasado 26 de julio se produjera la primera.
Aunque hasta ahora sólo se habían avistado ejemplares sueltos, ayer se tuvo constancia de la llegada del primer banco de ‘carabelas’, concretamente a la costa de Val de San Vicente.
Hasta allí se ha desplazado ya la embarcación ‘Lima Sierra’ de Salvamento Marítimo, así como personal de Cruz Roja, para efectuar la recogida de los ejemplares. Además, con carácter más permanente, una embarcación del 112, que manejará personal de la Federación Cántabra de Salvamento y Socorrismo y de la Agrupación de Voluntarios de San Vicente de la Barquera, realizará el seguimiento diario.
En todo caso, Mediavilla ha garantizado la continuidad del dispositivo. "Vamos a seguir con el dispositivo, va a seguir en marcha para intentar minimizar el impacto de la ‘carabela portuguesa’, ha señalado.
Dispositivo
Todos los servicios de salvamento y rescate en playas que cuentan con embarcación realizan un ‘rastreo’ al inicio de la jornada de vigilancia, a las 11:30 horas, mientras que embarcaciones del 112, de la Cruz Roja, de la Federación Cántabra de Salvamento y Socorrismo, y de distintas agrupaciones de voluntarios se alternan la supervisión de distintas zonas de la costa cántabra.
Además, se ha trasladado a los servicios de limpieza municipales la conveniencia de cribar la zona intermareal y, especialmente, aquéllas en las que haya aparecido algún ejemplar. De este modo, los trozos de ‘carabela’ que pudieran quedar sueltos, se mezclan con la arena, que es un abrasivo, y se diluye el veneno.
Las recomendaciones para prevenir las picaduras pasan por el uso abundante y regular de cremas solares, especialmente en los niños, que constituyen el primer grupo de riesgo.
En caso de sufrir la picadura, el protocolo para la ‘carabela portuguesa’ y las diferentes especies de medusa es el mismo. Lo primero es acudir al servicio de socorristas más cercano, o en su caso llamar al 112. En el caso de encontrarse en alguna playa sin servicio de salvamento, lavar la zona con agua marina, nunca con agua dulce; quitar los restos con pinzas y, posteriormente, aplicar una bolsa de frío. Es importante tener en cuenta que el área que haya sufrido la picadura no debe tener contacto con agua dulce, por lo que, de usar hielo, éste ha de estar contenido en una bolsa.
Además, es desaconsejable rascarse la zona. Una vez concluido este proceso, si la herida producida es abierta, debe desinfectarse con yodo o agua oxigenada, hasta que cicatrice. En estos casos, es importante acudir al centro sanitario más cercano lo antes posible.
Además de los colectivos de mayor riesgo (niños, ancianos, personas alérgicas, asmáticas y con problemas cardiovasculares), se pide especial precaución a aquellas personas que hubieran sufrido una picadura previa este mismo verano, ya que en estos casos se pueden agravar los efectos de la picadura.
El titular del departamento y responsable autonómico de Protección Civil, Vicente Mediavilla, ha entregado hoy una de las banderas al servicio de Salvamento y Socorrismo de la playa Salvé, en Laredo. En concreto, se entregarán 92, una por cada puesto de socorrismo.
Mediavilla ha explicado que las enseñas constituirán un "complemento a las banderas normales", la verde, de baño sin peligro; amarilla, que alerta de la necesidad de bañarse con precaución, y la roja, que prohíbe el baño.
Hasta ahora, cuando el servicio de salvamento y rescate en playas tenía constancia de alguna picadura o avistaba algún ejemplar, se izaba la bandera amarilla o la roja, si creía conveniente prohibir el baño. A partir de ahora, a las banderas tradicionales que informarán del estado de la mar, se sumará ésta, que alertará de la existencia de medusas en los arenales.
Según los datos facilitados por el consejero, el dispositivo de la ‘carabela portuguesa’ ha recogido ya más de 300 ejemplares, que han producido un total de 120 picaduras desde que el pasado 26 de julio se produjera la primera.
Aunque hasta ahora sólo se habían avistado ejemplares sueltos, ayer se tuvo constancia de la llegada del primer banco de ‘carabelas’, concretamente a la costa de Val de San Vicente.
Hasta allí se ha desplazado ya la embarcación ‘Lima Sierra’ de Salvamento Marítimo, así como personal de Cruz Roja, para efectuar la recogida de los ejemplares. Además, con carácter más permanente, una embarcación del 112, que manejará personal de la Federación Cántabra de Salvamento y Socorrismo y de la Agrupación de Voluntarios de San Vicente de la Barquera, realizará el seguimiento diario.
En todo caso, Mediavilla ha garantizado la continuidad del dispositivo. "Vamos a seguir con el dispositivo, va a seguir en marcha para intentar minimizar el impacto de la ‘carabela portuguesa’, ha señalado.
Dispositivo
Todos los servicios de salvamento y rescate en playas que cuentan con embarcación realizan un ‘rastreo’ al inicio de la jornada de vigilancia, a las 11:30 horas, mientras que embarcaciones del 112, de la Cruz Roja, de la Federación Cántabra de Salvamento y Socorrismo, y de distintas agrupaciones de voluntarios se alternan la supervisión de distintas zonas de la costa cántabra.
Además, se ha trasladado a los servicios de limpieza municipales la conveniencia de cribar la zona intermareal y, especialmente, aquéllas en las que haya aparecido algún ejemplar. De este modo, los trozos de ‘carabela’ que pudieran quedar sueltos, se mezclan con la arena, que es un abrasivo, y se diluye el veneno.
Las recomendaciones para prevenir las picaduras pasan por el uso abundante y regular de cremas solares, especialmente en los niños, que constituyen el primer grupo de riesgo.
En caso de sufrir la picadura, el protocolo para la ‘carabela portuguesa’ y las diferentes especies de medusa es el mismo. Lo primero es acudir al servicio de socorristas más cercano, o en su caso llamar al 112. En el caso de encontrarse en alguna playa sin servicio de salvamento, lavar la zona con agua marina, nunca con agua dulce; quitar los restos con pinzas y, posteriormente, aplicar una bolsa de frío. Es importante tener en cuenta que el área que haya sufrido la picadura no debe tener contacto con agua dulce, por lo que, de usar hielo, éste ha de estar contenido en una bolsa.
Además, es desaconsejable rascarse la zona. Una vez concluido este proceso, si la herida producida es abierta, debe desinfectarse con yodo o agua oxigenada, hasta que cicatrice. En estos casos, es importante acudir al centro sanitario más cercano lo antes posible.
Además de los colectivos de mayor riesgo (niños, ancianos, personas alérgicas, asmáticas y con problemas cardiovasculares), se pide especial precaución a aquellas personas que hubieran sufrido una picadura previa este mismo verano, ya que en estos casos se pueden agravar los efectos de la picadura.