Las esperanzas de que el pequeño Toñín se
pudiera salvar se desvanecieron la madrugada del pasado 3 de enero. El
niño de Fabero que se convirtió en símbolo de esa generosidad que sólo
se da en el Bierzo murió en brazos de sus padres pocos días después de
que lograra su objetivo de que le tratasen en la Clínica Universitaria
de Navarra.
Pese al trágico final, su familia quiere
ahora que el dinero recaudado –una cantidad importante– se destine a
ayudar a otros niños en la misma problemática que Toñín. La mayor parte
se destinará a pagar la factura en el mismo hospital de Lara Martín,
una niña de Cantabria con la que la familia berciana coincidió en
Pamplona. Ninguna de las dos familias olvidará la última Navidad en la
clínica. Allí se gestó una historia que ahora quiere tener un final
feliz, aunque sólo sea en el caso de Lara. Para los padres y hermanos
de Toñín sería también la mejor noticia. Un 'milagro' llamado Toñín «El
'milagro' que esperábamos con Toñín queremos ahora que se haga realidad
con Lara». Son palabras de Bárbara, hermana del pequeño Antonio Ordóñez
López, el niño de Fabero enfermo de cáncer que falleció el pasado 3 de
enero en la Clínica Universitaria de Pamplona.
Durante los dos
últimos meses, el Bierzo ha demostrado su capacidad de movilización
para recaudar fondos con los que poder sufragar los gastos de
hospitalización del pequeño en la clínica navarra, el único lugar donde
le daban esperanzas de vida. Sin embargo, tanta solidaridad no pudo con
una enfermedad que resultó ser incurable. Toñín murió en plena Navidad
en brazos de sus padres.
Aunque las cuentas no están cerradas,
porque aún queda pendiente la factura de los últimos días de Toñín en
Pamplona, la familia tiene claro que el dinero se recaudó para la lucha
contra el cáncer y que para ese fin debe servir. Su firme voluntad es
más admirable en esta familia de Fabero porque su situación económica
no es precisamente muy boyante.
Lara, la niña de la que habla la
hermana de Toñín, es una pequeña de 5 años de Castro Urdiales
(Cantabria) que también sigue un tratamiento contra el cáncer en
Navarra. Ambos, Toñín y Lara, coincidieron en la clínica de Pamplona
durante los primeros días de la pasada Navidad. Pese a las dificultades
económicas de ambas familias, Bárbara recuerda un gesto que nunca podrá
olvidar y por el que ahora quieren que gran parte de ese dinero
recaudado se destine a la niña cántabra. La madre de Lara les dio 50
euros y compró un regalo de Reyes para Toñín. «Para alguien que no
puede más, como son ellos también, con una hija enferma y con los
gastos que lleva estar en un hospital privado, era difícil y lo
hicieron de todo corazón. Por eso ahora queremos que parte de ese
dinero que se recaudó para mí hermano sirva para salvar a esa niña»,
añade Bárbara.
Una carta en los periódicos cántabros dio la voz
de alarma sobre el caso de esta niña de Castro Urdiales. A Lara Martín
le diagnosticaron el pasado mes de mayo un cáncer de riñón. En
septiembre se le intentó operar, pero los médicos optaron finalmente
por no extirparle parte del tumor ya que podía afectar a otros órganos
vitales. «Desde ese momento, los padres han querido llevar a Lara a la
Clínica Universitaria de Navarra, con la esperanza de tener otro
diagnóstico favorable y así poder curar a la niña. Cual es la
impotencia de esta familia que, al conocer las cifras de este centro,
se vieron obligados a no acudir, ya que no podían pagar las consultas,
ni distintos gastos que todo esto conlleva, como la estancia en la
ciudad en la que se encuentra esta clínica ni para unos mínimos gastos.
Como amigo de esta familia, pedimos vuestra colaboración para que así
puedan llevar a Lara a más especialistas. Que el dinero no sea el
obstáculo. Muchas gracias», escribió en el mes de septiembre Carlos
Gutiérrez Palazuelos, un amigo de la familia, en la sección de 'Cartas
al Director' de El Diario Montañés.
POLÉMICA
Desde
entonces, las muestras de solidaridad en Cantabria se han sucedido,
pero también algunas polémicas que han afectado al Ayuntamiento de
Castro Urdiales y al Gobierno de la Comunidad que preside Miguel Ángel
Revilla.
El Pleno de la localidad castreña trató a finales de
año una moción presentada por el PSOE en la que se solicitaba que el
Ayuntamiento subvencionara con 30.000 euros a la familia de Lara Martín
para sufragar los costes médicos en Navarra. El equipo de gobierno la
rechazó, según se publicó entonces en la prensa de Cantabria, tras oír
de boca de la propia abuela de la niña: «Yo nunca he venido aquí a
pedir dinero. He venido a pedir que no haya más 'Laras' y que el
Ayuntamiento sea el vínculo con el Gobierno regional, porque a mí no me
han hecho caso. No quiero que haya más 'Laras' en esta situación de
desamparo por parte del Gobierno de Cantabria».
La polémica municipal fue sólo un capítulo más de un pulso más allá del caso de la pequeña Lara. Y es el histórico enfrentamiento entre
el Hospital de Valdecilla, uno de los grandes referentes médicos del
norte de España y la Clínica Universitaria de Navarra, un centro
privado con fama nacional e internacional, que es también su principal
'competidor'. Así son a veces las cosas cuando se cruzan los
'intereses' entre comunidades autónomas.
Pese a la polémica, el
presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, recibió a la madre y a la
abuela de Lara, pero el resultado no fue positivo. «Su respuesta fue
que la Consejería de Sanidad ya se pondrá en contacto con nosotros, y
aún estamos esperando», recuerda Merche Muñecas, la abuela de la niña
de Castro Urdiales.
BIERZO SOLIDARIO
En el
Bierzo, en cambio, no hubo polémicas ni banderas. Toda la comarca,
empezando por Fabero, se movilizó para que Toñín pudiera luchar contra
su enfermedad. Los bercianos volvieron a demostrar su gran corazón para
que este pequeño tuviera los mejores cuidados. «Ha sido un ejemplo de
solidaridad que, desgraciadamente, no ha tenido un final feliz»,
lamenta Demetrio Alonso Canedo, el alcalde de Fabero.
A la abuela
de Lara ya le han llegado noticias del gesto que quiere realizar la
familia de Toñín. «Se lo agradezco de todo corazón, lástima que en su
caso no pudieran luchar más».
Lara, según su abuela, empieza a
responder al tratamiento. El pasado viernes le hicieron las últimas
pruebas y han sido satisfactorias. «Van a poder operarla. Es increíble
pasar de una fase terminal como estaba a ver de nuevo esperanzas»,
comentaba Mercedes Muñecas ayer sábado mientras su nieta patinaba por
las calles de Castro Urdiales.
La familia de esta pequeña de
Cantabria ha podido sufragar los gastos de la Clínica Universitaria de
Pamplona gracias a la generosidad de los cántabros. «Estamos pudiendo
pagar los gastos gracias a la gente, porque no tenemos tanta capacidad
económica», reconoce la abuela, que indignada con la actitud del
Gobierno de Revilla añade: «Lo que no hay derecho es que a nosotros se
nos haya hecho esto. Queríamos una segunda opinión y no nos daban
ninguna esperanza mientras se tira mucho dinero en campañas que no
sirven para nada. Cuando mi nieta se recupere voy a ir a los tribunales
porque esto no puede quedar así».
OTROS DESTINOS
En
Fabero, mientras, en la casa de Toñín, el silencio y el dolor se han
adueñado de sus padres y hermanos. Toñín ya no está, aunque tanta
solidaridad ha servido como ninguna otra medicina para seguir adelante.
Bárbara,
la hermana que ejerce de portavoz de los padres de Toñín, cree que
ahora deben ser ellos los solidarios con los enfermos de cáncer y con
los más desfavorecidos. Además de ayudar a Lara, el dinero recaudado en
estos dos meses en el Bierzo se destinará a otros fines. «Queremos
ayudar a una asociación de Madrid, Asión, que nos apoyó muchísimo;
también a Cáritas del Bierzo, a una asociación de minusválidos y a la
ciencia, para que se investigue sobre esta terrible enfermedad», añade
con voz triste la hermana de Toñín. De su boca sólo salen palabras de
esperanza y solidaridad, la misma que durante 60 días recibieron de
tantos bercianos anónimos e instituciones.
Extraído de: elmundo.es