viernes. 08.11.2024

Las esperanzas de que el pequeño Toñín se

pudiera salvar se desvanecieron la madrugada del pasado 3 de enero. El

niño de Fabero que se convirtió en símbolo de esa generosidad que sólo

se da en el Bierzo murió en brazos de sus padres pocos días después de

que lograra su objetivo de que le tratasen en la Clínica Universitaria

de Navarra.
Pese al trágico final, su familia quiere

ahora que el dinero recaudado –una cantidad importante– se destine a

ayudar a otros niños en la misma problemática que Toñín. La mayor parte

se destinará a pagar la factura en el mismo hospital de Lara Martín,

una niña de Cantabria con la que la familia berciana coincidió en

Pamplona. Ninguna de las dos familias olvidará la última Navidad en la

clínica. Allí se gestó una historia que ahora quiere tener un final

feliz, aunque sólo sea en el caso de Lara. Para los padres y hermanos

de Toñín sería también la mejor noticia. Un 'milagro' llamado Toñín «El

'milagro' que esperábamos con Toñín queremos ahora que se haga realidad

con Lara». Son palabras de Bárbara, hermana del pequeño Antonio Ordóñez

López, el niño de Fabero enfermo de cáncer que falleció el pasado 3 de

enero en la Clínica Universitaria de Pamplona.

Durante los dos

últimos meses, el Bierzo ha demostrado su capacidad de movilización

para recaudar fondos con los que poder sufragar los gastos de

hospitalización del pequeño en la clínica navarra, el único lugar donde

le daban esperanzas de vida. Sin embargo, tanta solidaridad no pudo con

una enfermedad que resultó ser incurable. Toñín murió en plena Navidad

en brazos de sus padres.

Aunque las cuentas no están cerradas,

porque aún queda pendiente la factura de los últimos días de Toñín en

Pamplona, la familia tiene claro que el dinero se recaudó para la lucha

contra el cáncer y que para ese fin debe servir. Su firme voluntad es

más admirable en esta familia de Fabero porque su situación económica

no es precisamente muy boyante.

Lara, la niña de la que habla la

hermana de Toñín, es una pequeña de 5 años de Castro Urdiales

(Cantabria) que también sigue un tratamiento contra el cáncer en

Navarra. Ambos, Toñín y Lara, coincidieron en la clínica de Pamplona

durante los primeros días de la pasada Navidad. Pese a las dificultades

económicas de ambas familias, Bárbara recuerda un gesto que nunca podrá

olvidar y por el que ahora quieren que gran parte de ese dinero

recaudado se destine a la niña cántabra. La madre de Lara les dio 50

euros y compró un regalo de Reyes para Toñín. «Para alguien que no

puede más, como son ellos también, con una hija enferma y con los

gastos que lleva estar en un hospital privado, era difícil y lo

hicieron de todo corazón. Por eso ahora queremos que parte de ese

dinero que se recaudó para mí hermano sirva para salvar a esa niña»,

añade Bárbara.

Una carta en los periódicos cántabros dio la voz

de alarma sobre el caso de esta niña de Castro Urdiales. A Lara Martín

le diagnosticaron el pasado mes de mayo un cáncer de riñón. En

septiembre se le intentó operar, pero los médicos optaron finalmente

por no extirparle parte del tumor ya que podía afectar a otros órganos

vitales. «Desde ese momento, los padres han querido llevar a Lara a la

Clínica Universitaria de Navarra, con la esperanza de tener otro

diagnóstico favorable y así poder curar a la niña. Cual es la

impotencia de esta familia que, al conocer las cifras de este centro,

se vieron obligados a no acudir, ya que no podían pagar las consultas,

ni distintos gastos que todo esto conlleva, como la estancia en la

ciudad en la que se encuentra esta clínica ni para unos mínimos gastos.

Como amigo de esta familia, pedimos vuestra colaboración para que así

puedan llevar a Lara a más especialistas. Que el dinero no sea el

obstáculo. Muchas gracias», escribió en el mes de septiembre Carlos

Gutiérrez Palazuelos, un amigo de la familia, en la sección de 'Cartas

al Director' de El Diario Montañés.

POLÉMICA

Desde

entonces, las muestras de solidaridad en Cantabria se han sucedido,

pero también algunas polémicas que han afectado al Ayuntamiento de

Castro Urdiales y al Gobierno de la Comunidad que preside Miguel Ángel

Revilla.

El Pleno de la localidad castreña trató a finales de

año una moción presentada por el PSOE en la que se solicitaba que el

Ayuntamiento subvencionara con 30.000 euros a la familia de Lara Martín

para sufragar los costes médicos en Navarra. El equipo de gobierno la

rechazó, según se publicó entonces en la prensa de Cantabria, tras oír

de boca de la propia abuela de la niña: «Yo nunca he venido aquí a

pedir dinero. He venido a pedir que no haya más 'Laras' y que el

Ayuntamiento sea el vínculo con el Gobierno regional, porque a mí no me

han hecho caso. No quiero que haya más 'Laras' en esta situación de

desamparo por parte del Gobierno de Cantabria».

La polémica municipal fue sólo un capítulo más de un pulso más allá del caso de la pequeña Lara. Y es el histórico enfrentamiento entre

el Hospital de Valdecilla, uno de los grandes referentes médicos del

norte de España y la Clínica Universitaria de Navarra, un centro

privado con fama nacional e internacional, que es también su principal

'competidor'. Así son a veces las cosas cuando se cruzan los

'intereses' entre comunidades autónomas.

Pese a la polémica, el

presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, recibió a la madre y a la

abuela de Lara, pero el resultado no fue positivo. «Su respuesta fue

que la Consejería de Sanidad ya se pondrá en contacto con nosotros, y

aún estamos esperando», recuerda Merche Muñecas, la abuela de la niña

de Castro Urdiales.

BIERZO SOLIDARIO

En el

Bierzo, en cambio, no hubo polémicas ni banderas. Toda la comarca,

empezando por Fabero, se movilizó para que Toñín pudiera luchar contra

su enfermedad. Los bercianos volvieron a demostrar su gran corazón para

que este pequeño tuviera los mejores cuidados. «Ha sido un ejemplo de

solidaridad que, desgraciadamente, no ha tenido un final feliz»,

lamenta Demetrio Alonso Canedo, el alcalde de Fabero.

A la abuela

de Lara ya le han llegado noticias del gesto que quiere realizar la

familia de Toñín. «Se lo agradezco de todo corazón, lástima que en su

caso no pudieran luchar más».

Lara, según su abuela, empieza a

responder al tratamiento. El pasado viernes le hicieron las últimas

pruebas y han sido satisfactorias. «Van a poder operarla. Es increíble

pasar de una fase terminal como estaba a ver de nuevo esperanzas»,

comentaba Mercedes Muñecas ayer sábado mientras su nieta patinaba por

las calles de Castro Urdiales.

La familia de esta pequeña de

Cantabria ha podido sufragar los gastos de la Clínica Universitaria de

Pamplona gracias a la generosidad de los cántabros. «Estamos pudiendo

pagar los gastos gracias a la gente, porque no tenemos tanta capacidad

económica», reconoce la abuela, que indignada con la actitud del

Gobierno de Revilla añade: «Lo que no hay derecho es que a nosotros se

nos haya hecho esto. Queríamos una segunda opinión y no nos daban

ninguna esperanza mientras se tira mucho dinero en campañas que no

sirven para nada. Cuando mi nieta se recupere voy a ir a los tribunales

porque esto no puede quedar así».

OTROS DESTINOS

En

Fabero, mientras, en la casa de Toñín, el silencio y el dolor se han

adueñado de sus padres y hermanos. Toñín ya no está, aunque tanta

solidaridad ha servido como ninguna otra medicina para seguir adelante.

Bárbara,

la hermana que ejerce de portavoz de los padres de Toñín, cree que

ahora deben ser ellos los solidarios con los enfermos de cáncer y con

los más desfavorecidos. Además de ayudar a Lara, el dinero recaudado en

estos dos meses en el Bierzo se destinará a otros fines. «Queremos

ayudar a una asociación de Madrid, Asión, que nos apoyó muchísimo;

también a Cáritas del Bierzo, a una asociación de minusválidos y a la

ciencia, para que se investigue sobre esta terrible enfermedad», añade

con voz triste la hermana de Toñín. De su boca sólo salen palabras de

esperanza y solidaridad, la misma que durante 60 días recibieron de

tantos bercianos anónimos e instituciones.


Extraído de: elmundo.es

Toñín es ahora Lara