Las nuevas instalaciones de la Cofradía de Pescadores San Pedro y San
Andrés de Castro Urdiales llevan en funcionamiento año y medio. Se
trata de unas dependencias modernas que nada tienen que ver con las
anteriores. Doce años tuvieron que esperar los marineros de esta villa
para ver cumplida una reivindicación de la que muchos pensaban que
habían olvidado todos los dirigentes políticos de Cantabria. Pablo
Villasante, patrón mayor de la cofradía, explica cómo se desarrolla la
vida marinera en una localidad que crece de forma exponencial y, sobre
todo, en estos tiempos donde el sector pesquero parece resentirse tras
las escasas capturas realizadas durante esta campaña.
-¿Qué momento atraviesa el sector pesquero en Castro Urdiales?
-El
sector pesquero en Castro Urdiales, y a nivel general, atraviesa malos
momentos. Hay problemas con la anchoa, con el bonito y con sus altos
precios. En Castro Urdiales la flota es diferente al resto de puertos
de Cantabria, como Santoña o como Colindres. La pesca en Castro es de
cerco, los barcos son de 70 toneladas u 80 toneladas en adelante. La
cuestión es que por los precios del carburante y todo lo demás, la
situación es difícil, aunque la costera de bonito ha sido bastante
buena, pero los precios están tirados. El cabildo de Castro, por sus
características, hace la costera de bonito, aunque es muy pequeñita por
el tonelaje y las voladuras de las embarcaciones. Estamos viendo que la
pesca artesanal en Castro Urdiales se mantiene.
-Por lo tanto, podemos catalogarlo como una buena noticia.
-Es
una buena noticia para la situación en la que se está. Ahora si
analizamos el conjunto de todo, vemos que poco a poco las flotas van
desapareciendo tanto en Castro como en todas las comunidades autónomas.
-¿Cuál es el balance pesquero que se puede realizar del año 2006 en la cofradía de Castro Urdiales?
-Hasta
la fecha podemos decir, desde que estamos en la nueva lonja, que vamos
evolucionando positivamente. En este momento te puedo decir que es muy
positivo, pero como quedan unas semanas hay que ver las pescas que
hacemos en este tiempo para comparar este año con otros. Por ahora
podemos afirmar que de 2003 a 2006 el balance va siendo positivo.
-¿Estáis cómodos en las nuevas instalaciones de la casi recién inaugurada lonja?
-Anteriormente
estábamos en una lonja que era tercermundista para las fechas en que
vivimos. Hoy en día, hace año y medio que nos hemos trasladado a la
nueva cofradía, las peticiones que hicimos a la Consejería se llegaron
a cumplir después de doce años. Podemos decir que estamos muy
satisfechos en la nueva cofradía.
-Doce años, son doce años.
-Doce
años con muchos problemas, con muchas manifestaciones, con muchas
concentraciones en la diputación regional, cuando José Joaquín Martínez
Sieso estaba gobernando en Cantabria. Pero la realidad es que ya venían
de antes estas peticiones, pero ya sabemos que las cosas de palacio van
despacio. Prometen muchas cosas y se ha tardado mucho.
Toda una vida en la mar
Desde que tenía 16 años, Pablo Villasante ha estado haciendo un pulso
diario con la mar. Aunque es el patrón mayor «en la cofradía no gano
nada por lo tanto me tengo que dedicar a mis labores. Mis labores son
la pesca. Primero con mi padre en el barco familiar, después en el
servicio militar donde me hice oficial de la mercante y luego he estado
en barcos de arrastre», explicó Pablo Villasante que afirmó con orgullo
que «puedo decir que me han salido los dientes en la mar».
La pérdida del carácter marinero
Las características socio económicas de Castro Urdiales van cambiando
con el paso de los días. Hasta hace unos pocos años la población de
esta villa marinera era prácticamente menos de un tercio de los
ciudadanos actualmente censados, lo que conlleva un cambio social y en
las tradiciones.
El carácter marinero se puede respirar
todavía en determinadas zonas de la ciudad, como en el casco antiguo.
Una peculiar tradición que se ha perdido en la nuevas zonas donde se
están construyendo multitud de edificios. «Con el tiempo se va
evolucionando y no hay tanta profesionalidad, vamos a decir, en el
mundo de la mar», asegura Pablo Villasante.
«Antes Castro
Urdiales se alimentaba casi exclusivamente de la mar, tanto de la pesca
como de las conserveras, pero el aumento de la población no ha
conllevado un incremento en el arte marinero. Vemos que ya tenemos
otras virtudes, otras cosas que no son expresamente la mar. Entonces
poco a poco se va perdiendo», explicó.
Mano de obra
Los
puertos importantes de Cantabria como Santoña, Colindres, San Vicente o
Santander tienen problemas con la mano de obra ya que no encuentran
personal suficiente.
Sin embargo, en Castro Urdiales
«prácticamente tenemos suficiente entre comillas, porque son
embarcaciones de dos o tres tripulantes. Actualmente no estamos pasando
necesidades de gente».
La flota de Castro Urdiales tiene veinte embarcaciones de menos de diez años
La flota pesquera de Castro Urdiales es, a día de hoy, cien por cien
moderna, aunque a juicio del patrón mayor «no lo es tanto, como la de
las comunidades vecinas. No tenemos la modernización en las
embarcaciones como tiene Vizcaya y Asturias, porque tienen mayores
subvenciones para modernizar los barcos».
Pablo Villasante
reconoció que la flota pesquera de Castro Urdiales, que consta de 20
embarcaciones, 18 de pesca artesanal y 2 de cerco, «tienen como máximo
diez años, una edad relativamente joven, que se puede catalogar como
relativamente moderna».
Ayudas regionales
Las
subvenciones que otorga el Gobierno regional a las diferentes cofradías
de pescadores son menores que las que conceden los ejecutivos asturiano
y vasco. Una situación que no comprende el patrón mayor de Castro
Urdiales.
«El Gobierno de Cantabria se acuerda de nosotros
entre comillas. Digo esto porque si vemos las demás autonomías, tanto
del País Vasco como de Asturias, vemos que las subvenciones a las
cofradías son bastante más cuantiosas que las que tenemos en esta
comunidad». Hasta un 60 o 70 por ciento más de subvención tienen otras
cofradías en comparación con las de Cantabria, según los datos que
posee Villasante.
«Eso duele porque vemos que cofradías con
muy pocos barcos, e incluso algunas con tan sólo uno o dos barcos,
tienen más subvención que las cántabras. Entonces decimos que nos
ayudan pero no lo que creemos que nos deberían de ayudar para poder
subsistir mejor».
Por último, Pablo Villasante destacó que las
banderas de Castro Urdiales, Cantabria, España y de la Unión Europea no
están colgadas en la cofradía de pescadores. El patrón explicó que «en
varias ocasiones, han sido quemadas por jóvenes haciendo botellón».
Extraído de: eldiariomontanes.es