viernes. 19.04.2024

Las nuevas instalaciones de la Cofradía de Pescadores San Pedro y San

Andrés de Castro Urdiales llevan en funcionamiento año y medio. Se

trata de unas dependencias modernas que nada tienen que ver con las

anteriores. Doce años tuvieron que esperar los marineros de esta villa

para ver cumplida una reivindicación de la que muchos pensaban que

habían olvidado todos los dirigentes políticos de Cantabria. Pablo

Villasante, patrón mayor de la cofradía, explica cómo se desarrolla la

vida marinera en una localidad que crece de forma exponencial y, sobre

todo, en estos tiempos donde el sector pesquero parece resentirse tras

las escasas capturas realizadas durante esta campaña.
-¿Qué momento atraviesa el sector pesquero en Castro Urdiales?

-El

sector pesquero en Castro Urdiales, y a nivel general, atraviesa malos

momentos. Hay problemas con la anchoa, con el bonito y con sus altos

precios. En Castro Urdiales la flota es diferente al resto de puertos

de Cantabria, como Santoña o como Colindres. La pesca en Castro es de

cerco, los barcos son de 70 toneladas u 80 toneladas en adelante. La

cuestión es que por los precios del carburante y todo lo demás, la

situación es difícil, aunque la costera de bonito ha sido bastante

buena, pero los precios están tirados. El cabildo de Castro, por sus

características, hace la costera de bonito, aunque es muy pequeñita por

el tonelaje y las voladuras de las embarcaciones. Estamos viendo que la

pesca artesanal en Castro Urdiales se mantiene.

-Por lo tanto, podemos catalogarlo como una buena noticia.

-Es

una buena noticia para la situación en la que se está. Ahora si

analizamos el conjunto de todo, vemos que poco a poco las flotas van

desapareciendo tanto en Castro como en todas las comunidades autónomas.

-¿Cuál es el balance pesquero que se puede realizar del año 2006 en la cofradía de Castro Urdiales?

-Hasta

la fecha podemos decir, desde que estamos en la nueva lonja, que vamos

evolucionando positivamente. En este momento te puedo decir que es muy

positivo, pero como quedan unas semanas hay que ver las pescas que

hacemos en este tiempo para comparar este año con otros. Por ahora

podemos afirmar que de 2003 a 2006 el balance va siendo positivo.

-¿Estáis cómodos en las nuevas instalaciones de la casi recién inaugurada lonja?

-Anteriormente

estábamos en una lonja que era tercermundista para las fechas en que

vivimos. Hoy en día, hace año y medio que nos hemos trasladado a la

nueva cofradía, las peticiones que hicimos a la Consejería se llegaron

a cumplir después de doce años. Podemos decir que estamos muy

satisfechos en la nueva cofradía.

-Doce años, son doce años.

-Doce

años con muchos problemas, con muchas manifestaciones, con muchas

concentraciones en la diputación regional, cuando José Joaquín Martínez

Sieso estaba gobernando en Cantabria. Pero la realidad es que ya venían

de antes estas peticiones, pero ya sabemos que las cosas de palacio van

despacio. Prometen muchas cosas y se ha tardado mucho.

Toda una vida en la mar


Desde que tenía 16 años, Pablo Villasante ha estado haciendo un pulso

diario con la mar. Aunque es el patrón mayor «en la cofradía no gano

nada por lo tanto me tengo que dedicar a mis labores. Mis labores son

la pesca. Primero con mi padre en el barco familiar, después en el

servicio militar donde me hice oficial de la mercante y luego he estado

en barcos de arrastre», explicó Pablo Villasante que afirmó con orgullo

que «puedo decir que me han salido los dientes en la mar».

La pérdida del carácter marinero

Las características socio económicas de Castro Urdiales van cambiando

con el paso de los días. Hasta hace unos pocos años la población de

esta villa marinera era prácticamente menos de un tercio de los

ciudadanos actualmente censados, lo que conlleva un cambio social y en

las tradiciones.

El carácter marinero se puede respirar

todavía en determinadas zonas de la ciudad, como en el casco antiguo.

Una peculiar tradición que se ha perdido en la nuevas zonas donde se

están construyendo multitud de edificios. «Con el tiempo se va

evolucionando y no hay tanta profesionalidad, vamos a decir, en el

mundo de la mar», asegura Pablo Villasante.

«Antes Castro

Urdiales se alimentaba casi exclusivamente de la mar, tanto de la pesca

como de las conserveras, pero el aumento de la población no ha

conllevado un incremento en el arte marinero. Vemos que ya tenemos

otras virtudes, otras cosas que no son expresamente la mar. Entonces

poco a poco se va perdiendo», explicó.

Mano de obra

Los

puertos importantes de Cantabria como Santoña, Colindres, San Vicente o

Santander tienen problemas con la mano de obra ya que no encuentran

personal suficiente.

Sin embargo, en Castro Urdiales

«prácticamente tenemos suficiente entre comillas, porque son

embarcaciones de dos o tres tripulantes. Actualmente no estamos pasando

necesidades de gente».

La flota de Castro Urdiales tiene veinte embarcaciones de menos de diez años

La flota pesquera de Castro Urdiales es, a día de hoy, cien por cien

moderna, aunque a juicio del patrón mayor «no lo es tanto, como la de

las comunidades vecinas. No tenemos la modernización en las

embarcaciones como tiene Vizcaya y Asturias, porque tienen mayores

subvenciones para modernizar los barcos».

Pablo Villasante

reconoció que la flota pesquera de Castro Urdiales, que consta de 20

embarcaciones, 18 de pesca artesanal y 2 de cerco, «tienen como máximo

diez años, una edad relativamente joven, que se puede catalogar como

relativamente moderna».

Ayudas regionales

Las

subvenciones que otorga el Gobierno regional a las diferentes cofradías

de pescadores son menores que las que conceden los ejecutivos asturiano

y vasco. Una situación que no comprende el patrón mayor de Castro

Urdiales.

«El Gobierno de Cantabria se acuerda de nosotros

entre comillas. Digo esto porque si vemos las demás autonomías, tanto

del País Vasco como de Asturias, vemos que las subvenciones a las

cofradías son bastante más cuantiosas que las que tenemos en esta

comunidad». Hasta un 60 o 70 por ciento más de subvención tienen otras

cofradías en comparación con las de Cantabria, según los datos que

posee Villasante.

«Eso duele porque vemos que cofradías con

muy pocos barcos, e incluso algunas con tan sólo uno o dos barcos,

tienen más subvención que las cántabras. Entonces decimos que nos

ayudan pero no lo que creemos que nos deberían de ayudar para poder

subsistir mejor».

Por último, Pablo Villasante destacó que las

banderas de Castro Urdiales, Cantabria, España y de la Unión Europea no

están colgadas en la cofradía de pescadores. El patrón explicó que «en

varias ocasiones, han sido quemadas por jóvenes haciendo botellón».

Extraído de: eldiariomontanes.es

PABLO VILLASANTE / «La pesca artesanal se mantiene en el municipio»