viernes. 19.04.2024

Pilarín ‘La Pelillos’, Milagros de Diego y su hijo, Antonio Vega, han sido este año los encargados de cocinar los cien kilos de este plato típico que se repartirá el domingo.

En Castro Urdiales ya huele a caracoles. Y, aunque pueda parecerlo, no se trata de que los castreños hayan adelantado la celebración de las navidades, no. El motivo no es otro que el comienzo de las fiestas de San Andrés, patrón de los marineros. Por delante, tres días de intensa fiesta y, sobre todo, de rememoración a los antepasados marineros de la villa.


Pero si hay algo que identifica a esta fiesta, esos son los caracoles. Y sino que le pregunten a Pilarín ‘La Pelillos’, Milagros de Diego y su hijo, Antonio Vega, vecinos del barrio de Los Marineros, que en los últimos días se han dedicado única y exclusivamente a cocinar cien kilos –que ha cedido el Ayuntamiento de Castro Urdiales– de este plato típico y que se repartirá el próximo domingo, a partir de las 20 horas.

Esta tarea que no está pasando desapercibida entre los vecinos de Castro, sobre todo por el cariño que están poniendo los tres en la preparación de este plato. «No nos imaginamos las fiestas de San Andrés sin caracoles», aseguran con rotundidad. Y es que en Castro nadie concibe esta efeméride sin caracoles, incluso aquellos a los que este plato no les hace mucha gracia. Pero para estos últimos, Pilarín tiene la solución. «A quién no le guste los caracoles puede degustar un buen besugo o un chicharro. Para mi gusto, mejor el chicharro», reconoce esta mujer de 79 años a la que le «gusta todo» de estas fiestas. «Cada año son mejores. En nuestra época eran muy pobres», dice. «Con un plato de caracoles, media barra de pan un vaso de vino cantamos hasta la ‘trasmerana’», advierte.

Pero si Pilarín es una experta en caracoles, su amiga y vecina Milagros no se queda atrás. A sus 71 años de edad, lleva cocinando este plato desde los veinte. «En mi casa me quedan muy bien», presume. «Eso sí, es más difícil hacer cien kilos, porque dan más trabajo, sobre todo a la hora de calcular la proporción de cada ingrediente».

La iniciativa

Este año, a diferencia de la edición anterior, han sido los propios vecinos del barrio de Los Marineros los que han decidido elaborar los caracoles, ya que en anteriores ocasiones la Peña San Martín era la encargada de cocinar este plato. En concreto, Antonio de Vega, hijo de Milagros, fue el que se dirigió al Ayuntamiento de Castro para «retomar la esencia de esa fiesta que nació en las casas de los marineros». Después de recibir el visto bueno del Consistorio, los vecinos se han encargado de pedir un donativo puerta por puerta «para que cada uno diese algo, con el fin de organizar una serie de juegos para los niños». En total han recaudado 300 euros, que se han invertido en caramelos, leche para una chocolatada que ofrecerán estos días, regalos para los niños, etc.

Pero la labor de Antonio no ha quedado ahí. Al igual que su madre, y su amiga Pilarín, se ha encargado de elaborar los cien kilos de caracoles que se repartirán el domingo. «Me encanta cocinar y se lo debo a mi madre porque me lo ha enseñado todo». «Cada uno tenemos nuestra propia receta. Por ejemplo, aquí echamos el pan crudo porque hay a mucha gente que le gusta así, pero en mi casa lo freímos para que la salsa engorde, porque consideramos que tiene más sabor», explica.

Después de una semana de duro trabajo, estos tres vecinos se muestran satisfechos porque ven que así «la fiesta no se pierde». Para aquellos que quieran degustar este ‘manjar’, el domingo tienen una cita en Castro Urdiales.

Extraído de: eldiariomontanes.es

«No nos imaginamos estas fiestas sin caracoles»