miércoles. 29.11.2023

La flota de cerco de Santoña, el principal puerto pesquero de Cantabria, se impuso ayer un recorte de un tercio en las capturas del verdel para tratar de reducir la oferta y reactivar el precio en un mercado que esta saturado. El presidente de la Cofradía de Pescadores de Santoña, Manuel Vinatea, reunió ayer a los patrones de la flota de Santoña para adoptar esta medida, a la que se sumaron los barcos de cerco de Colindres y Laredo. La flota que utiliza artes de cerco tenía hasta ayer un límite de capturas de 1.500 kilos por tripulante y día, que se ha rebajado en un tercio, hasta los mil.

La nueva restricción no afecta a los barcos que emplean aparejos de anzuelo, que desde el comienzo de la costera, a mediados de febrero, tienen marcado un cupo de 1.000 kilos por tripulante y día. La abundancia de esta campaña del verdel ha hecho que acudan a diario a Santoña a descargar embarcaciones de Guipúzcoa, en el País Vasco, y hasta de Galicia, lo que está provocando una saturación del mercado y que mucho pescado quede sin vender.

Sólo ayer, se descargaron en la lonja «Nuestra Señora del Puerto de Santoña» 350.000 kilos, una cifra que podría haber incrementado hasta los 570.000, cuando amarren todos los barcos que participan en esta costera. Los pescadores, que se quejan del bajo precio que cobran por las capturas, no recuerdan otra campaña como la de este año. «Jamás en la vida, nunca jamás, se ha conocido una costera como esta» en el Cantábrico Noroeste, explicó el patrón mayor de la Cofradía de Santoña. «Con la falta de pescado estamos fastidiados, pero con la sobrepesca también», afirmó Vinatea, quien subrayó que «si hay mucho baja el precio y si hay poco no se gana».

El 60 por ciento de las capturas se destinan al consumo en fresco en el mercado nacional y en el de países como Italia, Irlanda, Escocia y Francia.

La Cofradía ya no puede seguir adquiriendo más sarda

Las capturas son tantas que la Cofradía de Pescadores de Santoña se ha visto «sobrepasada » y ya no puede seguir comprando el pescado que no se coloca en el mercado. Esta cofradía adquiere a 23 céntimos el kilo el pescado que se retira de la lonja cuando no alcanza ese precio mínimo en las subastas y que, después, se usa para carnada o secado, pero no puede destinarse al consumo en fresco.

Extraído de: elalerta.com

Los pescadores acuerdan recortar la captura de verdel para subir el precio