martes. 23.04.2024

El ex alcalde de la Junta Vecinal de Sámano, Ángel Llano Goiri, pasará a la historia como el que más años consecutivos ha estado al frente de una pedanía castreña y uno de los que más a nivel nacional, apoyado siempre por la gran mayoría de sus convecinos quienes depositaron en él la máxima confianza, apoyo que devolvió transformando prácticamente la pedanía. Años que Ángel Llano relata en la siguiente entrevista:

PREGUNTA.- ¿Cómo fue hacerse alcalde pedáneo de esta Junta Vecinal?

RESPUESTA.- Tenía 37 años cuando el 15 de agosto de 1974, me llamó Manuel Gutiérrez Elorza, entonces alcalde de Castro, y me preguntó si quería ser el alcalde, coincidía que yo era muy amigo del entonces alcalde pedáneo Pedro Elósegui y decidí consultar primero con él antes de contestar, me dijo que no tenía ningún inconveniente y acepté, así empezó todo con mi nombramiento a dedo cuando aún vivía Franco. Recuerdo que cuando tomé posesión el bastón de mando me lo entregó Luis Cuena, abogado y concejal del Ayuntamiento, en ausencia de Lolín.

P.- El comienzo del mandato ¿tuvo dificultades?

R.- Yo era consciente de que tenía que enfrentarme a muchas carencias difíciles de resolver, pero lo primero que hice fue ponerme a trabajar en el importante proyecto que ya tenía el alcalde anterior con vistas a suministrar agua potable al Barrio de Montealegre, al que le faltaba lo fundamental, es decir, el dinero para desarrollarlo. Tuve la suerte de contar con un puñado de vocales de gran valía que me ayudaron extraordinariamente, no quiero nombrar a ninguno porque sería muy desilusionante para mí obviar a alguien. Como el proyecto ya llevaba mucho tiempo y corría el peligro de que caducara, entre todos pedimos un crédito al Banco de Santander que luego nos costó muchísimo pagarlo, puesto que lo habíamos pedido apoyándonos en una próxima tala de arbolado por parte de SNIACE, la tala se demoró en el tiempo y ahí surgieron las dificultades económicas pero, eso sí, Montealegre tuvo la ansiada agua potable en sus domicilios lo que compensó con creces los apuros económicos por los que pasamos.

P.- Después de este primer logro ¿Qué ocurrió?

R.- Acometimos la reparación y ampliación de la carretera de acceso Castro-Sámano que tantos disgustos nos había dado, incluidas algunas muertes de personas, todo fue gracias a Lolín que trabajó lo suyo para conseguir 40 millones de pesetas de las de entonces. Aportadas por el Gobierno de Cantabria presidido por Juan Hormaechea a quien tanto debemos los samaniegos, porque luego nos asfaltó la Plaza del Pueblo, instaló alumbrado público y mejoró la calidad del agua para lo que la Diputación nos concedió 160 millones de aquellas pesetas dirigidas a la construcción de un depósito regulador y traer al mismo el agua desde La Suma directamente hasta esta estación de bombeo. Sin duda alguna, el dúo Lolín-Hormaechea fue fundamental para Sámano a lo largo de los 8 años de Legislatura del presidente cántabro, dos personas que dejaban delado la política a la hora de interesarse por los problemas. Pasado el tiempo, Hormaechea me dijo que iba a construir un Polígono Industrial, me lo tome un poco a broma al principio, pero más grande o más pequeño lo hizo y ahí está.

P. Juan Hormaechea y Lolín dejaron sus respectivos puestos ¿qué pasó luego?

R.- Pues el resto lo hemos venido haciendo a trancas y barrancas como, por ejemplo, el Polideportivo, la solución al problema de las inundaciones en varias zonas de la Pedanía, además el agua pluvial que se desliza arrastra impurezas que reducen la calidad del agua potable, entonces tuvimos que montar una depuradora que nos costó 300.000 euros que fueron pagados íntegramente por esta Junta Vecinal y que propició la buena calidad del agua, aunque algunos persisten en no reconocerlo así.

P.- ¿Y en cuanto al crecimiento urbanístico?

R.- Desde hace años venimos padeciendo una invasión urbanística que no sé cómo explicarla en sus justos términos porque, por ejemplo, ahora mismo es difícil estar en Montealegre, donde había un sumidero que recogía todas las aguas pluviales y fecales y las filtraba a través de la montaña, pero claro, eran pocos vecinos y el único problema era que cuando llovía se inundaba la Plaza, problema que, a su vez, solucionó recientemente y muy bien el Gobierno de Cantabria, gracias a las gestiones de José Ortega Valcárcel que atendió nuestra petición.

“Aún falta urbanizar el entorno de la iglesia”, destaca.

P.- Ahora que lo deja todo ¿qué falta por hacer?

R.- Aún queda finalizar la urbanización del entorno de la iglesia, obra que ya ha comenzado el Ayuntamiento de Castro, así como la zona de Sorriba, pero claro, esto está así por haber comenzado la casa por el tejado, menos mal que ahora ya construyen la urbanización en primer lugar, antes donde no había nada han construido sin desagües ni otras infraestructura y, lógicamente, luego han surgido los problemas. Falta un nuevo campo de fútbol, ampliar la Guardería Infantil, etc.

P.- ¿Se siente satisfecho de lo realizado?

R.- Sí, aunque, siempre piensa uno que podría haber hecho más, se ha realizado la mejora de la carretera de Acceso CastroSámano; se han ampliado y pavimentado lo que antes eran caminos de carros convirtiéndolos en carreteras, los correspondientes a Montealegre, La Helguera e incluso Momeñe donde se ha construido una pequeña plaza por no haber terreno para más, rehabilitamos completamente las Escuelas dotándolas, incluso, de calefacción y con innumerables goteras, además de dotarlas de iluminación eléctrica suficiente, lo mismo que hicimos con las de Montealegre. Sin olvidar la remodelación total de la Plaza de Sámano.

Extraído de: elalerta.com

Llano Goiri: “Desde hace años venimos padeciendo una invasión urbanística”