Las obras que comenzaron a realizarse el pasado lunes 30 de junio, en la Rampa San Guillén de la ciudad, para el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores castreña, Pablo Villasante Zaballa, «por fin, se ha cumplido uno de los principales sueños que veníamos acariciando desde hace unos años, como es la colocación de un nuevo carro varadero de 400 toneladas de capacidad, que sustituirá al más próximo al Peón de Santa Ana, capaz para 200 toneladas y éste, a su vez, ocupará el lugar del más pequeño, algunas de cuyas piezas servirán para mejorar las condiciones de su sustituto, es decir, una vez colocados ambos carros, contaremos con las infraestructuras suficientes para la actual flota pesquera de nuestro Cabildo, que cuenta con dos barcos de cerco de 74 toneladas cada uno y con 19 embarcaciones artesanales, la mayor de las cuales es de 26 toneladas.
Alguien se puede preguntar por qué un carro tan grande para barcos tan pequeños, la respuesta es lógica y sencilla a la vez, la Dirección de Puertos está dotando de estas infraestructuras a los puertos de Cantabria con vistas a que puedan prestar asistencia, además, a barcos de mayor tonelaje, de 200 y hasta 300 toneladas, en cualquier momento, sin necesidad de tener que acudir a los consabidos diques muchas veces ocupados».
Estas obras han supuesto que cientos de ciudadanos que tradicionalmente se bañaban en esta zona, conocida desde tiempos inmemoriales como la segunda playa de Castro (antes de construir la artificial de Ostende), no lo puedan hacer ahora, «pero ello tiene una explicación, estas obras estaba previsto iniciarlas el pasado mes de abril de 2008, pero por causas desconocidas para nosotros han comenzado el pasado 30 de junio; pues bien, se ha elegido esta época porque las mareas no son tan bravas como pueden ser las de otoño-invierno, además las obras están supeditadas al flujo de las mareas, es decir, solamente permiten trabajar seis horas al día, por lo que se dilatarán, posiblemente, dos meses como mínimo, además se trata solamente de un verano, mientras que las obras son de vital importancia para el desarrollo normal de la vida laboral en nuestro puerto».
Pablo Villasante se encuentra «satisfecho » porque «en estos momentos contamos con las infraestructuras que nuestra flota necesita». Ayer miércoles por la mañana, comenzaron a descargase y a depositarse en la Rampa San Guillén, los nuevos raíles que serán colocados.
Extraído de: elalerta.com