La asociación de vecinos de La Arboleda, mantuvo el pasado día 16 una reunión crucial con el Ararteko para intentar frenar el realojo de una familia procedente de Sestao en una vivienda del barrio. La entidad acudió a este encuentro con una propuesta debajo del brazo con la que confíaban en hacer ver a Iñigo Lamarca que hay ciudadanos del poblado minero sin recursos con el mismo derecho a acceder a ese piso. En concreto, una mujer "que vive de la caridad en Castro Urdiales".
"Se trata de una señora ya mayor que después de haber estado trabajando de mala manera toda su vida ha tenido que ser recogida por unos amigos en su casa", explica el presidente de la asociación, Iñaki Zamarripa. El representante vecinal considera que esta mujer "cumple con todos los parámetros" para acceder a la casa, por eso durante los últimos días han recopilado toda la documentación posible para enseñársela al defensor del pueblo vasco.
Zamarripa asegura que ella "está encantada de poder regresar a La Arboleda y ocupar esa vivienda". De hecho, cuando la asociación le explicó que existía esa posibilidad "se puso a llorar de alegría", pero ya le han advertido de que no espere buenas noticias puesto que la sociedad Sestao Berri parece mantenerse firme en su propósito de realojar a la familia en esta casa a pesar de la oposición vecinal.
La asociación también explicó al Ararteko las razones que le llevan a oponerse al traslado de este matrimonio y sus hijos pequeños. A este respecto, denunciaron que este realojo es "ilegal" porque Sestao Berri "se ha saltado el protocolo que debe seguir" ya que el municipio receptor no está de acuerdo con la llegada de estas personas. Por eso, creen que es mejor que sigan residiendo en el hostal donde se encuentran en la actualidad hasta que les entreguen su vivienda definitiva.
Los vecinos también quieren transmitir la preocupación que reina en buena parte de los hogares de La Arboleda y Larreineta desde que han sabido que una familia "conflictiva" puede establecerse en la parte alta. Zamarripa advierte de que parte de los habitantes de los bloques de protección oficial han amenazado con entregar las llaves de sus casas si finalmente tienen que acabar conviviendo con ellos. Aunque donde de verdad parece que se ha desatado el pánico, según la asociación, es en el colegio. "Hay muchas madres que guardan fresco aún el recuerdo de lo que sucedió en el colegio de Retuerto, donde metieron a estudiar a niños de familias conflictivas y al final tuvieron que cerrarlo porque la gente se marchó a otros centros", indica el presidente de la asociación de La Arboleda, quien teme que la matriculación de los niños en la escuela del barrio pueda traer consecuencias negativas.
"Lo que tenemos claro es que las instituciones no pueden anteponer el bienestar de doscientas familias a la de una sola y destrozarnos la vida", zanja Zamarripa, quien confía en que esta reunión permita conseguir el objetivo por el que llevan luchando desde hace cinco meses. Desde luego, la aportación de los habitantes de La Arboleda puede resultar fundamental de cara a la resolución que adoptará Iñigo Lamarca después de que el encuentro que mantuvo con los Ayuntamientos de Trapagaran y Sestao hace días se cerrara sin ningún tipo de acercamiento.
En esa ocasión, el Consistorio sestaoarra y la sociedad pública Sestao Berri defendieron que en la localidad minera estaban informados de que iba a producirse el traslado de esta familia a La Arboleda. Los representantes de Trapagaran, por contra, negaron rotundamente esta afirmación y volvieron a dejar claro que apoyan a los vecinos y se cierran a la llegada de estas personas volviendo a reiterar su negativa a empadronarlas. Mientras tanto, las calles de la zona alta siguen plagadas de carteles en los que pueden leerse mensajes como que 5.000 personas de la zona minera apoyan esta reivindicación.
las frases
"Después de trabajar toda su vida, al final ha tenido que ser recogida por unos amigos en Castro Urdiales"
"Las instituciones no pueden anteponer el bienestar de doscientas familias a la de una sola"
iñaki zamarripa: Presidente de la asociación de vecinos
Fuente: deia.com