jueves. 28.03.2024

El Ayuntamiento de Castro y el Gobierno de Cantabria preparan la rehabilitación del mercado de abastos de la localidad, una de sus joyas arquitectónicas más relevantes. Pero la ejecución del proyecto no resultará nada sencilla. De hecho, el grave deterioro que soporta el inmueble elevará su reforma a casi 3,5 millones de euros.

La última restauración a la que fue sometido el emblemático edificio se ejecutó hace dos años. Sin embargo, las humedades y el deterioro general de su fachada, suelo e interior empiezan a ser visibles otra vez. Con el fin de devolver el esplendor pasado a esta construcción protegida, obra del arquitecto Eladio Laredo, la Consejería de Obras Públicas del Ejecutivo regional ya cuenta con un anteproyecto de rehabilitación.

El recinto permanece dividido en dos espacios bien diferenciados desde 1987. Por un lado está el edificio original, destinado a la venta de frutas y verduras, y por otro, una amplia instalación anexa de dos pisos situada enfrente para los puestos de carne y pescado. El mercado pasará por dos fases de restauración. La primera, cuyo presupuesto asciende a más de 2,5 millones, contempla el acondicionamiento de los espacios interior y exterior, estructura incluida. Y en la segunda, presupuestada en cerca de 875.000 euros, se dotará al mercado de los equipamientos necesarios para el buen funcionamiento de una treintena de puestos concesionarios.

«¿Ya era hora! Es una maravilla de edificio y el género es de primera calidad, pero es una pena que esté tan descuidado», lamenta Gloria Aguirre, una de las numerosas vecinas asiduas a la plaza de abastos. Durante el invierno, más de la mitad de los puestos se encuentran cerrados, ya que es en verano cuando el mercado recupera el pulso y su gran poder de atracción sobre los castreños y los residentes en las poblaciones aledañas.

Nuevos puestos

«El local es precioso, ¿pero tiene unas humedades...!», reflexiona Ana Ruiz, una de las vendedoras de verdura. «Con que le den una mano de pintura por dentro y por fuera y arreglen el suelo, ya valdría», sostiene Marta Rubio, empleada de una de las fruterías del recinto, que no oculta su preocupación por su futuro una vez concluida la reforma del edificio. En este sentido, y según ha podido saber este periódico, los comerciantes habituales mantendrán su plaza en el mercado, y sólo se les «reubicará» junto a los nuevos.

La rehabilitación de este conjunto arquitectónico de finales del siglo XIX acogerá nuevos puestos, que incluyen panaderías, charcuterías, queserías, stands destinados a la degustación de productos y un servicio de cafetería. Además, se mantendrán los negocios de frutas, verduras, carnicerías y pescaderías.

El inicio de las obras de restauración se prevé lejano, ya que, según avanzó la concejal de Turismo y Comercio, Ana Zubiaurre, «aún quedan por concretar numerosos aspectos del proyecto».

Extraído de: elcorreodigital.com

El grave deterioro eleva a 3,5 millones la reforma del mercado de Castro