Al igual que lo hiciera hace unos días Tomás Sánchez Lombraña, presidente de los hosteleros, el presidente de la Asociación de Comerciantes de Castro Urdiales (Asocas), Luis Mangas, dio la voz de alarma en declaraciones a Punto Radio Castro donde informó de que se había producido un descenso de ventas de casi un 40% con respecto al mes de julio. Del mismo modo, se quejó del «poco o nulo apoyo institucional» y mostró su temor a que las cosas empeoren.
Mangas informó sobre la delicada situación de los comercios castreños, aspecto que no sólo se refleja en los números que cada establecimiento haya hecho, se ve en el día a día. Los castreños ya lo han notado, sobre todo en los puntos de venta de alimentación. «Ha bajado mucho la afluencia de gente. No puedo entender que siendo cosa de comer vayas al supermercado a la hora punta de hacer las compras y esté vacío», comentaba una vecina del municipio. Con respecto a los precios en la comida, los castreños aseguran que en la mayoría de comercios se mantienen como antes, pero hay otros que no tienen más remedio que rebajar si quieren llegar a fin de mes con sus gastos. «He comprado unas merluzas y unas pescadillas en el mercado y nunca las había comprado tan baratas. Es que si no las compras baratas, no las compras», relataba otra castreña.
Los más afectados
En determinados sectores comerciales de Castro Urdiales la crisis se hace todavía más palpable «porque son vicios y no necesidades». Se trata del sector servicio y el textil. En el primero de los casos, los castreños aseguran que pese a la gran afluencia de gente que visita el municipio los fines de semana «no hay casi gente en la calle.». «Está todo parado. Sales a pasear o a tomar algo un fin de semana que hace bueno y no sólo es que no haya gente en los bares es que la propia calle ya está vacía», señalaba una señora con expresión de asombro.
Con respeto al sector textil, gran parte de los carteles de 'se vende' o 'se alquila' cuelgan de las puertas de tiendas de ropa o calzado. Los vecinos de Castro «tiramos para adelante con lo que tenemos porque antes de comprar ropa hay que comer», afirman. El mercadillo de los jueves se ha convertido en una vía de escape para todos aquellos que no se pueden permitir ahora gastar mucho dinero en una falda o un pantalón. Así las cosas, desde Asocas, en representación de los comerciantes castreños, entonan el SOS.
Un panorama cada día más negro
«Si siguen las cosas así, tendremos que tomar medidas, aunque vamos a intentar aguantar todo lo que podamos». Así de claro se muestra Luis Mangas, presidente de Asocas, que pinta un panorama bastante negro del comercio en el municipio. «Se ha producido un descenso en las ventas de casi un 40% con respecto al mes de julio». Para más inri, Mangas lamenta el «poco o nulo apoyo institucional». «En julio trasladamos nuestras inquietudes al Ayuntamiento y no recibimos respuesta. Hace varios días nos hemos vuelto a reunir y esperamos que esta vez nos ayuden. El alcalde parece dispuesto».
Ante este gris panorama, Luis Mangas lanza un claro mensaje a la ciudadanía castreña. Pide todo el apoyo que sea posible y, principalmente, «que hagan sus compras en Castro».
Extraído de: eldiariomontanes.es