La Junta Vecinal de Ontón, perteneciente a Castro Urdiales, es el punto más oriental de la comunidad autónoma de Cantabria. En el pico Mello, donde discurren las vertientes de las captaciones de agua, confluyen los límites del municipio cántabro con los vizcaínos de Sopuerta, Galdames y Muskiz. En el año 1993, ingenieros del Instituto Geográfico Nacional delimitaron el territorio en esta 'zona caliente', pero no se llegaron a colocar mojones. El resultado de este desliz es, según explicó el pedáneo de Ontón, el regionalista Fernando San Cristóbal, que el Ayuntamiento de Muskiz «se ha apropiado de alrededor de 200 hectáreas de monte en el paraje conocido como La Bernilla». En esta amplia parcela se han plantado eucaliptos para su aprovechamiento madedero.
San Cristóbal reconoció que desde hace décadas se han venido registrando litigios por este territorio fronterizo, límite entre Cantabria y el País Vasco. «Santurce, integrado en el área del Gran Bilbao, captaba el agua de los manantiales del pico Mello, pero hace tiempo que este problema se resolvió ya que el crecimiento de la población hizo optar por otras soluciones».
Sin embargo, en estos doce últimos años se ha reproducido el conflicto de lindes con la plantación de eucaliptos en la zona de La Bernilla. «Está claro -señaló el pedáneo- que estas hectáreas pertenecen a la Junta Vecinal de Ontón; lo dice el Instituto Geográfico Nacional en su cartografía y documentación, pero sus ingenieros cometieron el error de no 'amojonar' el monte».
Reivindicación
El pedáneo de Ontón se dirigió al asesor jurídico del Ayuntamiento de Castro Urdiales para que remitiera un escrito al Consistorio de Muskiz con el fin de exigir la retirada de las plantaciones de eucaliptos, «pero nos nos hicieron caso, esa es la verdad».
Recientemente, Fernando San Cristóbal mantuvo un encuentro informal con el jefe del Gabinete de la Presidencia del Gobierno de Cantabria, Guillermo Blanco, y le informó de la situación. «Me consta que Blanco le transmitió este problema territorial a Miguel Ángel Revilla y sé que ha tomado buena nota».
San Cristóbal está dispuesto a que se cumpla la ley, «y a mí me parece bien que se defienden las cosas desde los argumentos y la razón». Está reflexión vino a cuento de la reivindicación que ha venido manteniendo el Gobierno regional y el Ayuntamiento de Guriezo sobre la cantabricidad de la población de Agüera, tesis que, finalmente, ha sido avalada por una sentencia de la Audiencia Nacional y que se hizo pública la semana pasada.
Vecindad cordial
En Ontón, donde viven cerca de 500 habitantes, la mayoría de los vecinos trabajan en la provincia de Vizcaya. «He vivido siempre en Barakaldo, y mi relación con la gente vasca es excelente. No pretendo que este asunto se convierta en una declaración de 'guerra'. Sólo es una reclamación de algo que es nuestro», dijo el pedáneo.
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, se ha convertido desde que ejerce cargos públicos en la política, en el 'guardián' de la integridad territorial de la comunidad autónoma. «Nosotros vamos a hacer alguna reivindicación más en esa zona, no voy a decir más, pero será para ganarla también». Revilla, que se estaba refiriendo de forma velada a Ontón, hizo esta afirmación el mismo día que valoró la sentencia de la Audiencia Nacional que establece que tanto el casco urbano de Agüera como el monte Fuentebosa pertenecen a Cantabria.
La primera autoridad regional advirtió que un litigio territorial con el País Vasco no es «una tontería», porque «esas cosas se empiezan con 800 hectáreas y miran a Castro y miran a Laredo. Si te dejas te van llevando poco a poco». El PRC, formación que lidera Revilla, ha establecido un 'cordón de seguridad' con el País Vasco en Villaverde de Trucíos, Guriezo y Castro Urdiales donde gobiernan alcaldes de este partido.
Fuente: eldiariomontanes.es