Los especialistas en el tema de jardinería y árboles generalmente dicen que un árbol no se puede simplemente quitar por ninguna razón. Ni tampoco se puede talar, como quien tumba un objeto que está atravesado en el camino.
Para todo esto se requiere aplicar una técnica y poner en práctica conocimientos específicos relacionados con los árboles. De hecho, la tala solo la pueden realizar trabajadores autorizados por los organismos públicos de la región, además de contar con el permiso de la alcaldía o la gobernación, según aplique en cada caso.
En el mejor de los casos, la autoridad encargada debe anunciar y señalar apropiadamente el lugar donde se realizará la tala. Vale decir que ciertos árboles (especialmente los más antiguos) pueden tener prohibición de tala, lo que significa que siempre tienen que estar allí, ya que seguramente representan un valor cultura y ambiental para la región donde se encuentren.
¿Qué se puede decir sobre el uso de herramientas como la sierra o el machete?
Cuando se trata de árboles muy pequeños, que más bien parecen otros tipos de plantas, no suele haber ningún problema para retirarlos. Es más, en ciertos casos no llegan a alcanzar la clasificación de árboles y se ubican dentro de la definición de arbustos (depende mucho de la planta). No obstante, un profesional puede pensar qué hacer al respecto y mientras uno podría pasar el tiempo con alguna otra actividad, como cuando uno ingresa a novibet.mx.
Con relación a otras herramientas como la sierra, de más está decir que siempre tienen que estar lejos del alcance de los niños. Aunado a ello, si se trata de una sierra eléctrica, el profesional que la utilice debería contar con el equipamiento que lo proteja de cualquier eventualidad. No se puede subestimar el daño que puede causar una herramienta y más cuando funciona con corriente eléctrica.
¿Qué opinión suelen tener los ambientalistas con respecto a la tala de árboles?
Las personas avocadas a proteger el ambiente normalmente se muestran en contra de cualquier acción que atente contra la flora existente en un espacio público (o privado, en ocasiones). La salvedad que podrían plantear algunos para justificar la tala de un árbol es que se siembre otro para que reemplace al árbol que ya no estaría allí. O que hubiera una necesidad imperiosa de talarlo, debido a que sus hojas están muertas, su tronco está enfermo y sencillamente no hay forma de recuperarlo.
En este sentido, esta guía presenta detalles sobre las enfermedades que podrían aquejar a los árboles. A pesar de que cueste creerlo, los árboles también se enferman, por lo que las molestias de salud no son solo de humanos y animales.
Como se puede pensar, los tratamientos y los síntomas se presentan de maneras particulares y solo las personas que saben del tema pueden identificar con facilidad alguna afección (siempre que no sea un caso grave que amerite una investigación profunda liderada por expertos y autorizada por los departamentos a cargo de los árboles en cada ciudad).