El responsable del área de Obras, Servicios y Personal del Consistorio castreño, Rufino Díaz Helguera, ha reflexionado sobre el Plan Director de Santa María, señalando que «en principio lo importante es que el Ayuntamiento tenga en su poder el documento que han dirigido las administraciones central y autonómica y, además, es aceptable y de reconocer el hecho que, desde el equipo de gobierno, desde la Alcaldía, se haya puesto a disposición de los colectivos culturales».
Para recordar que «este asunto ha sido objeto de resoluciones en diferentes acuerdos plenarios de este Ayuntamiento y difícilmente los que estamos más próximos a la ciudadanía, podemos darle una respuesta que no es de nuestra competencia y que ni siquiera conocíamos. Ahora el Plan Director, que habrá que observar y que los técnicos, sobre todo los expertos en cultura, opinen y nos den las aportaciones que procedan, hay que darle forma».
Explica Díaz Helguera que «hay un Plan Director que será un documento, es un papel, y para que no se quede en papel mojado hay que darle contenido, técnico y económico, con fases de ejecución, porque no puede ser que elementos que han aguantado tanto tiempo, en los últimos años sean objeto de tantos acuerdos y, al final, la gente nos está demandando en qué se traduce».
El Plan Director «lógicamente es un buen documento que, sobre todo, será mejor si se traduce en hechos precedidos de los oportunos aspectos técnicos, presupuestarios, quién va a pagar, cómo se van a acometer, en qué tiempo, porque no puede ser que luego, cuando la gente no tiene dónde llamar, porque no llama a Madrid o a Santander, cuando preguntan desde Castro pues al final, casi más que de la iglesia, nos ocupamos y es de lo que vamos a hacer, de lo de competencia municipal, como es la adecuación del entorno de la iglesia, que desde el momento que recibidos el Plan Director para la rehabilitación de la iglesia de Santa María, ya existen órdenes para la adquisición de los materiales adecuados (mobiliario urbano, iluminación, jardinería), que conlleva también el entorno del Castillo Faro y las ruinas de la Ermita de San Pedro».
Finalizó diciendo, Rufino Díaz, que «desde este Ayuntamiento, estamos en la mejor disposición de colaborar en los asuntos, incluso de los que no son competencia estrictamente municipal, pero luego, a veces, pasa que con la mejor voluntad actúas y luego recibes la reprimenda, cuando no el oportuno expediente sancionador de otros ámbitos de la Administración ».
Extraído de: elalerta.com
