miércoles. 14.05.2025

Malestar por el traslado del mercado de los 'jueveros'

«Se debe mantener aquí. Es más incómodo ir hasta allí». «A mi me viene muy mal desplazarme porque vivo en el centro». «Lo veo lejos para comprar». «El mercado debe estar en un lugar céntrico». Estas eran las opiniones de algunos de los vecinos de Castro Urdiales, tras hacerse eco del traslado del mercadillo de los ' jueveros' a la Plaza de la Hermandad de las Marisma en el barrio de Cotolino. Y es que clientes y comerciantes coincidieron ayer a la hora de señalar que el mercado de los 'jueveros' debe mantenerse en su actual emplazamiento, la plaza de La Barrera.

Tras la aprobación plenaria, el pasado martes, de la ordenanza reguladora de la venta ambulante en el municipio, ayer jueves y con motivo de la celebración de este mercado, todo eran quejas.

Miguel Ángel Pontón, vocal de la Federación Cántabra de Comerciantes Ambulantes (Fecoam), señalaba que en la reunión que mantuvieron con el Ayuntamiento castreño, este último les convocó para informales de que se les iba a trasladar, «no para negociar». «Aunque entendimos que debíamos de cambiar la ubicación por las obras del parking -incluso nos comentaron que iban a levantar la plaza de la Barrera- no nos parece que Cotolino sea la alternativa, porque es una ciudad dormitorio y no es rentable para un mercadillo que se celebra los jueves», aseveró Miguel Ángel al mismo tiempo que estimó que la venta podría bajar un 80% si se trasladan a este barrio castreño.

Como alternativa, y según comentaba Miguel Ángel Pontón, los comerciantes plantearon la posibilidad de ubicarse en el aparcamiento anexo al colegio Arturo Dúo, «pero el Ayuntamiento descartó esa posibilidad, así como el resto de propuestas planteadas». «Para nuestra sorpresa, ayer nos hemos enterado de que el martes se aprobó en pleno el traslado del mercado y no nos han notificado nada». «No nos han dado ninguna opción a negociar», lamentaba Miguel Ángel. Además, aseguró que como última opción habían planteado al Consistorio la posibilidad de ir a Cotolino con el compromiso de que en seis meses volverían a la ubicación actual, pero no se atendió la propuesta.

«Nuestro sustento»

Por su parte, Imanol Caldente, integrante de la Asociación de Vendedores Ambulantes de Vizcaya, que representa a la mayor parte de los puestos que acuden a este mercado, se mostró indignado por el cambio de emplazamiento y dijo que el Ayuntamiento «está jugando con nuestro sustento, porque el llevarnos allí es como decirnos: iros a casa».

En este sentido, Imanol, que trabaja en uno de los puestos de fruta del mercado, señaló que han estudiado la nueva ubicación y han considerado que «es una ruina». «Hemos propuesto otros espacios más cercanos al centro porque, ¿quién va a trasladarse hasta allí cuando la mayoría de mi clientela es mayor de 50 años?», cuestionaba. Este tendero cree que lo que pretende el Ayuntamiento es «quitarles del medio», porque ha hecho «caso omiso a nuestra intención de negociar».

Finalmente, Imanol Caldente avanzó que este asunto lo están estudiando sus abogados y advirtió que no se van a quedar de brazos cruzados. «Vamos a luchar porque es nuestro sustento», dijo.

El PSOE, en contra

El Grupo Municipal Socialista se sumó ayer al malestar de comerciantes y clientes y mostró su «rotunda oposición» a la decisión tomada por el equipo de gobierno. El concejal socialista, Daniel Rivas, señaló que «esta decisión no sólo no da soluciones a los problemas de tráfico y de seguridad sino que perjudica a un sector importante de castreños que acuden cada jueves al mercadillo».

En este sentido, Rivas explicó que con el cambio, «los más perjudicados serían la gente mayor, los vecinos del centro de Castro, y los habitantes de las juntas vecinales que tiene por costumbre bajar a los 'jueveros' y aprovechar este día para realizar otras compras y gestiones».

Además, el edil socialista consideró que los vecinos de Cotolino lo que necesitan es «que se invierta en infraestructuras y en los servicios de los que carecen, no que se traslade un mercado que va a provocar problemas de tráfico y seguridad».

Finalmente, desde el Grupo Municipal Socialista consideran que la solución no es trasladar el mercado sino «regular la ubicación actual», trasladando las furgonetas fuera del recinto. «Así se daría solución al problema del tráfico siempre y cuando el Ayuntamiento ponga los medios técnicos y humanos para garantizar la seguridad de los vecinos y exigir a los vendedores el cumplimiento de la ordenanza», concluyeron.

«Solución a un grave problema»

La edil de Turismo y Comercio del Ayuntamiento castreño, Ana Zubiaurre (PP), ha señalado que la Plaza de la Hermandad de Las Marismas es el espacio público que cumple con «todos los requisitos necesarios para el cambio de ubicación». Además, ha asegurado que el nuevo emplazamiento «será más cómodo que el actual, ya que en la zona de Cotolino hay bastantes zonas de aparcamiento y se van a tomar medidas para que las furgonetas de los mercaderes no dificulten el tráfico».

Por su parte, el alcalde de Castro Urdiales, Fernando Muguruza apuntó que con este cambio «se soluciona un problema grave», debido al riesgo que sufren los transeúntes en la confluencia de la plaza de La Barrera.

Satisfacción en Cotolino

La Asociación de Vecinos de Cotolino mostró ayer su satisfacción por la decisión del Ayuntamiento de trasladar el mercadillo de los 'jueveros' a la plaza de la Hermandad de Las Marismas y señalaron que esta medida «puede incentivar la vida social y comercial del barrio». No obstante consideran que este cambio de ubicación del mercadillo debe ir aparejado de «una mayor dotación de recursos para el barrio». Además, aseguran que se debe garantizar el buen estado del mobiliario que conforma el parque, una circulación fluida, la limpieza y la seguridad ciudadana.

Finalmente, este colectivo cree que esta implantación del mercado favorecerá la integración de los vecinos de Cotolino con todos aquellos ciudadanos de otras zonas de Castro.

Extraído de: eldiariomontanes.es

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