24 de octubre de 2011, 23:59

Lisaso ha explicado que en años anteriores, las librerías empezaban a recibir el importe de los cheques escolares "en septiembre e incluso en agosto", y ha señalado que al retrasarse la concesión de los cheques-libro a las familias, el cobro del dinero por parte de las librerías también se ha retrasado, lo que ha generado problemas de liquidez y "nerviosismo" en el sector, además de "dificultades" en algunos negocios.
La Asociación de Libreros, que según Lisaso aglutina al 80% de las librerías "con mayúsculas" de Cantabria, ha mantenido directamente conversaciones con el consejero de Educación, Miguel Angel Serna, y en segunda instancia, con el director general de Innovación Educativa.
Una vez conseguido el compromiso de abonar el 70% de la cuantía de los cheques-libro en la primera quincena de noviembre, la Asociación de Libreros sigue en conversaciones con la Consejería de Educación para "establecer una cadencia de pagos y liquidar todas las facturas".
Por lo pronto, la Consejería les ha asegurado que no entregarán la última remesa de cheques-libro -los resultantes de reclamaciones o subsanación de errores- hasta que no haya iniciado el pago a las librerías.
La Consejería de Educación envía los cheques-libro a los centros docentes y éstos se los entregan a las familias para que los canjeen en cualquier librería o establecimiento autorizado. El valor de los talonarios es de 120 euros por alumno en Educación Primaria y de 170 euros por alumno en Educación Secundaria Obligatoria.
El talonario de cheques-libro tiene una caducidad de 45 días desde su emisión, y este pasado sábado, día 22 de octubre, ha caducado la primera remesa, según el presidente de la Asociación de Libreros de Cantabria.