viernes. 19.04.2024

«Este año va a ser muy duro porque el que hace de Jesucristo es mi hermano. Será todo un reto». Para Pilar Acebal, que encarnará este año a María, la Pasión Viviente de Castro Urdiales «es un sentimiento difícil de expresar con palabras». Después de interpretar durante tres años el papel de leprosa, en esta edición y por segunda vez, recreará a la Virgen María. «De mi papel todo es difícil porque desde que empieza la representación hasta que ves crucificado a Jesucristo es un sufrimiento», aunque mitigado en los ensayos «gracias al buen ambiente que reina entre todos los compañeros de reparto».

Pilar será una de las 560 personas que formarán parte de la Pasión Viviente de este año en Castro Urdiales. Como ella, hay otra mucha gente que siente esta representación como algo suyo. Es el caso de Alejandro Helguera, que se encargará por segundo año de presentar este espectáculo. Lleva participando en la Pasión desde que era muy pequeño. «Empecé haciendo de gente de pueblo, luego me ascendieron a soldado y después he estado haciendo muchos años el papel de Cusa, en la escena de Herodes». Para él, «la Pasión es, además de un espectáculo visual, una oportunidad para compartir un momento con la gente que conoces de toda la vida».

Pero si hay un papel esencial en toda representación que se precie, es el de Benito Martín, encargado del vestuario, maquillaje y caracterización de los personajes principales. Benito, que lleva participando en la Pasión desde sus inicios, sostiene que este evento es «muy enriquecedor. Es una historia que se ha ido creando poco a poco y se ha ido superando. Conoces a mucha gente pero lo más importante es la relación humana», apunta. Benito, que también ha encarnado en dos ocasiones el papel de Herodes, considera que el mayor problema que tienen es el económico. «Estamos dejados de la mano de Dios, del Gobierno regional», señala. «Deberíamos tener más apoyo del que tenemos porque creo que es una de las representaciones más importantes de Cantabria».

Los preparativos

Los actores trabajan desde hace unas semanas en los preparativos de la representación. Y es que queda menos de un mes para que Castro Urdiales acoja uno de sus mayores referentes culturales a nivel regional. Sin lugar a duda, un referente para todos los cántabros, devotos y no tan devotos. Y como no, un referente para aquellos que decidan disfrutar de sus vacaciones de Semana Santa en la zona más oriental de Cantabria. Según los organizadores, «este año debemos tener todo atado cuanto antes, porque el tiempo se echa encima». No obstante, y a falta de pequeños detalles, todo está encaminado para que el próximo 21 de marzo, Viernes Santo, la ciudad vuelva al pasado y se transforme en un lugar en el que vecinos y visitantes podrán comprobar en directo el trabajo de esas 560 personas que recrearán los últimos episodios de la vida de Jesucristo.

Durante cuatro horas, miles de personas -en la última edición se congregaron hasta 7.000 espectadores- siguen los últimos momentos de la vida de Jesucristo como la Última Cena, la oración en el huerto, el juicio de Herodes, entre otros, y que culmina con su crucifixión en La Atalaya. Pero si tiene algo que la distingue de otras, sin duda es el espectacular entorno de la iglesia de Santa María, un edificio que, aunque enfermo con el 'mal de la piedra', ese día vestirá sus mejores galas.

LOS PERSONAJES

Jesús: Juan Pedro Acebal.
María: Pilar Acebal.
Juan: David Fernández.
Kaifás: Jesús Fernández.
Anás: Juan Diego Company.
Judas: Jesús Aguirre.
Pedro: Francisco Portillo.
Pilato: Álvaro Muñoz.
Claudia: Adelaida Nieto.
Barrabás: Carmelo Uriarte.
Verónica: Susana Aspiazu.
Herodes: Juan Carlos Calvo.
Herodias: Flor Román.
Cirineo: Salvador Fernández.
Magdalena: Mónica Rodríguez.
Prostitutas: María del Puy García y Cristina Muñoz.
Dimas: Sergio Gómez.
Gestas: Víctor Díaz.

«Llevaba detrás de este papel muchísimo tiempo»

A sus 43 años, Juan Pedro Acebal interpretará este año, por primera vez, el papel de Jesucristo en la Pasión Viviente de Castro Urdiales. Un papel que el año pasado se le escapó de las manos debido a un accidente de moto. Y es por lo que, con esa espina clavada, afronta esta edición con muchas ganas de hacerlo bien, aunque no por ello esconde esos nervios propios de los actores primerizos que interpretan un papel protagonista. Porque, todo hay que decirlo, Juan Pedro Acebal lleva varios años interpretando otros personajes en la Pasión Viviente. El último de ellos, el de flagelador, le tocó el año pasado. Pero, en esta edición, tendrá que ser el mismo el que reciba esos latigazos que tanto realismo imprimen a esta representación. Y que año tras año quedan patentes en la retina de todos los que acuden a disfrutar de este evento.

EN PRIMERA PERSONA

Edad: 43 años.

Profesión: Pescador.

Personajes: Juan Pedro Acebal lleva participando en la Pasión Viviente de Castro Urdiales desde su segunda edición, Entre otros personajes, este castreño ha interpretado el papel de ladrón bueno, de flagelador, y de músico.

«En busca del Interés Turístico Nacional»

Guadalupe Beaskoetxea, una de las organizadoras de la Pasión Viviente, asegura que «se nota en el ambiente castreño» que han empezado los ensayos de esta interpretación. «Hace varios días que los tambores retumban en los aledaños de la iglesia de Santa María y ya están preparadas las grabaciones de voz», asegura. Este año se han incluido muchas novedades en el recorrido pero Guadalupe destaca, sobre todo, la inclusión de siete arcos inspirados en los decorados de las calles de Jerusalén.

Algunos de ellos «están ya preparados» pero la falta de tiempo podría impedir que el próximo 21 de marzo lucieran todos».

Según comenta Beaskoetxea, este año está previsto que participen en la Pasión Viviente unas 560 personas, además de los espontáneos que el día de actos se internan entre la gente de Jerusalén. Desde la organización se quiere evitar sobresaltos y por ello ruegan a los participantes que, al menos la última semana, acudan a los ensayos.

En este sentido, Guadalupe Beaskoetxea confiesa que se están arreglando ya los últimos detalles. «Todo se prepara con mucha ilusión para sorprender al público presente, pero se busca también el reconocimiento nacional» porque, como asegura Guadalupe «aspiramos a que la Pasión Viviente de Castro Urdiales se declare Fiesta de Interés Turístico Nacional».

Realismo y sensaciones

La Pasión Viviente cumple 24 años. Desde que en 1984 un grupo de amigos, dirigido por el padre Luis Campuzano 'Sandalio', decidiera embarcarse en la aventura de representar la vida de Jesucristo, Castro Urdiales vive intensamente esta fiesta que aspira algún día a ser declarada de Interés Turístico Nacional.

Para los castreños, la Pasión es algo suyo, algo de lo que se sienten orgullosos. Los que tuvimos la oportunidad de acudir por primera vez el año pasado, realmente nos dimos cuenta de lo que se esconde detrás de la Pasión. Un cúmulo de sentimientos, de emociones, de intensidad, de realismo. Sensaciones difícilmente explicables con palabras, pero que son las que se encargan de transmitir los actores del reparto principal a las miles de personas que acuden ese día a la ciudad.

Extraído de: eldiariomontanes.es

La Pasión Viviente, ensayo general