viernes. 13.12.2024

Los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes y se dejan sentir a diario, especialmente para los agricultores y silvicultores, que ven como sufren para sacar adelante su negocio en medio de un clima cambiante con muy pocas soluciones disponibles.

La única forma de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero pasa por adoptar técnicas más modernas que garanticen la conservación del suelo. Estas técnicas modernas, además, suelen venir acompañadas de un menor uso de insumos, lo que reduce los costes de explotación.

 

Gestión forestal sostenible

La silvicultura sostenible aporta grandes beneficios medioambientales al proceso de explotación de los recursos del bosque, como la retención de carbono en el suelo o la disminución de la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Sólo con la adopción de la silvicultura sostenible en el mundo se puede obtener el efecto deseado en la lucha contra el cambio climático.

Uno de los problemas más frecuentes de la gestión tradicional es la falta de planes de reforestación, lo que hace que, en muchos casos, algunos bosques hayan quedado esquilmados prácticamente en su totalidad y cuya regeneración tardará décadas en producirse. Gracias a la silvicultura sostenible, el negocio de plantación de árboles vive un auge significativo.

 

Sistemas de agrosilvicultura

La agrosilvicultura es una iniciativa de la silvicultura sostenible que combina árboles y cultivos en un sistema específico para ello. En este sistema de cultivo, los árboles y plantas seleccionados no compiten entre sí por los recursos, sino que colaboran unos con otros, haciendo que la zona cultivada sea productiva todo el año y los agricultores obtengan ingresos estables. Por ejemplo, la planta del cacao crece mejor si están a la sombra de otros árboles más altos. 

Distintos estudios han demostrado que la agrosilvicultura reduce el impacto de fenómenos meteorológicos extremos como olas de calor y de frío, lluvias torrenciales, inundaciones y sequías. Además, mejora la disponibilidad de agua en el suelo y mejora la biodiversidad.

 

Sistemas combinados de agricultura, ganadería y silvicultura

Cuanto más diverso es un sistema, mejor es su adaptación al cambio climático. En lugar de usar un sistema de un solo tipo de producción, esta opción cuenta con distintas combinaciones con las 3 formas de producción, a saber: agricultura y ganadería, agricultura y silvicultura, ganadería y silvicultura o los 3 a la vez.

Un sistema que integre las 3 formas de producción a la vez puede producir alimentos, fibra, madera y otros productos forestales no madereros en una misma zona, rotando o, incluso, al mismo tiempo. Otras ventajas de estos sistemas combinados son la mejora del microclima local reduciendo la temperatura local y aumentando las precipitaciones y la disponibilidad de agua; la reducción de la erosión del suelo; o beneficios socioeconómicos adicionales.

 

Prácticas de gestión forestal sostenible

Cada bosque es único, diferente del resto de bosques de la región o del mundo, por eso, aunque existen múltiples prácticas de silvicultura que promueven un desarrollo sostenible, no hay una combinación o receta universal que pueda aplicarse en todos los casos. Siempre hay que tener en cuenta las peculiaridades del bosque, el aspecto medioambiental y las necesidades concretas que deben solventarse.

Algunas de las prácticas de silvicultura sostenible engloban actividades como la forestación y la reforestación, la quema controlada para reavivar los bosques, poda selectiva para obtener madera y evitar la propagación de patógenos o tratamiento específico contra plagas y enfermedades. Herramientas como la monitorización por satélite facilitan una respuesta a tiempo a los problemas y una gestión más eficiente.

 

Monitorización continua de los bosques para llevar a cabo la silvicultura sostenible 

Entre los principales problemas de los bosques se encuentran su localización, generalmente alejada de grandes núcleos de población, y su extensión, con zonas remotas y/o de difícil acceso. Así pues, una inspección sobre el terreno es muy costosa y altamente ineficiente, debido a las dificultades para desplazarse. La monitorización por satélite resuelve este problema, al ser capaz de captar imágenes de grandes extensiones de terreno.

De las opciones disponibles en el mercado, EOSDA Forest Monitoring es una de las más populares y completas. Con EOSDA Forest Monitoring es posible monitorizas las masas forestales a distancia, detectar actividades como la tala ilegal, evaluar la salud general del bosque, detectar y evaluar el daño causado por un incendio forestal o comparar el desarrollo real de la tala en comparación con lo planificado. Al establecer áreas de interés, es posible obtener imágenes actualizadas de ellas de forma automática.

Además de para silvicultura, EOSDA Forest Monitoring ha sido usado con éxito para hacer un seguimiento de la producción del aceite de palma, verificando que cumple con los requisitos exigidos por la RSPO.  

Gracias a la teledetección, la silvicultura también puede poner su granito de arena en la lucha contra el cambio climático, convirtiendo la gestión tradicional en una sostenible donde los recursos naturales puedan ser aprovechados por las generaciones futuras. 

Gestión forestal sostenible para mitigar el cambio climático